Covid-19: una noticia en desarrollo

En tiempos de coronavirus, cuarentena y confinamiento la palabra que resume el sentimiento de muchos chilenos y habitantes de todo el mundo es "preocupación". Un constante desasosiego por el fenómeno global que nunca antes se había vivido y que ha dejado estragos en todos los sectores, a esto se suma el temor ante una situación que pareciera no tener solución a corto plazo, frente a un pasadizo de "vacunas" que aún no han producido resultados y decisiones de distintos intereses que ante el Covid-19 no interesan.

Para muchos, este encierro produce la sensación de estar ante una realidad en cámara lenta viendo pasar las horas y reflexionando sobre lo que sería y lo que será. Sin embargo, para los periodistas que hoy en día están en la primera línea del coronavirus la realidad avanza a cada minuto. Informar se ha convertido en el desafío de desplazarse a los hechos, ir a ruedas de prensa, escuchar fielmente y todos los días el balance del Ministerio de Salud, la Seremía de salud, los especialistas en el tema, epidemiólogos y además enfrentarse a un sin fin de noticias falsas, así como datos con falta de transparencias.

En este contexto, mientras existan restricciones implícitas en la información dadas por autoridades administrativas y de distintos niveles de gobierno, la labor del periodista no es quedarse únicamente con la versión oficial, es ir más allá de estos datos para presentar los hechos más apegados a la realidad, en la medida de lo posible. Independientemente de que se traten de datos agradables o no agradables para unos. Esta es la meta del periodismo, especialmente considerando el acceso a la información con un derecho humano universal.

Aunque la crisis desatada por el coronavirus, representa un desafío al sector de la salud, y esto es indudable, los periodistas no escapan de este reto. Durante numerosas oportunidades se exponen a hacer su trabajo en terreno, entrevistar tanto a figuras públicas como a personas de distintas edades, clases sociales, profesiones, domicilio y estilos de vida, sin hacer distinción alguna. A lo cual se suma que a diferencia de otras profesiones, el periodismo no tiene horas de descanso, ni vacaciones, el deber de informar es 24/7.

Aunque no se utiliza un uniforme médico ni se cumple jornada en una institución médica, hoy día los profesionales del periodismo están ante públicos que no están exentos de portar el virus. Es una realidad con la cual cargan los trabajadores de prensa antes de salir de sus hogares y al llegar a él.

Se periodista en medio de la pandemia, es pensar que se puede estar expuesto ante el virus, pero no tener tiempo para reflexionar por las ocupaciones del oficio. Verificar la información, constatarla con otros datos, estimaciones de recuperados, contagiados, fallecidos, hospitalizados, quienes eran, de dónde eran, que habían hecho y sus contactos estrechos, son preguntas que no paran de hacerse y que muchas veces, para cuando se hallan las respuestas hay nueva información para procesar.

Hoy el periodismo se ve más desorientado y orientado que nunca, la noticia es la pandemia por el coronavirus, es el tema del que todos quieren saber y aunque continúan pasando los días, mientras siga habiendo un solo infectado, seguirá siendo una noticia siempre en desarrollo, que se desactualiza y se actualiza rápidamente, y mientras sea el motor de los noticieros, también será el motor de aquellos profesionales que continúan en su lucha por conseguir vacunas contra el Covid-19..

Entretanto los expertos buscan soluciones, AraucaníaDiario continuará haciendo su trabajo de informar sobre el coronavirus, constatando datos y análisis para que en medio de pandemia la desinformación no se convierta en otra crisis mundial.