Durante esta mañana arribó a Temuco la ministra de Energía, Susana Jiménez, con la intención de anunciar que Enel, Grupo Saesa y Chilquinto aceptaron el llamado opcional de generar incentivos para la modernización energética. Este atractivo monetario llegaría para los dueños de medidores antiguos y que cambien los dispositivos inteligentes, así como también para los sujetos que se acojan a la Ley 20.571 de generación distribuida, para quienes tengan paneles solares y puedan generar energía que pueda ser usada y vendida al sistema.

''El pago se traducirá en el pago de 10 mil pesos, además de que estas tres empresas beneficiará a más de 2,4 millones de hogares'', agregó la ministra.

El recambio implicaría un importante esfuerzo en informar y orientar a la ciudadanía sobre los beneficios de los medidores inteligentes, que se traducen en tener menores interrupciones de electricidad y una más rápida reposición. Por ello, es que se hizo un llamado al resto de las distribuidoras eléctricas a que sumen a este desafío país de apurar la actualización. 

Si bien, el medidor tradicional que conocemos, nuevo tendría un valor entre 10 y 15 mil pesos, los más sofisticados llegarían hasta 20 mil. Estos precios marcan una notoria diferencia con los medidores inteligentes que pretenden instalar las compañías eléctricas, cuyo precio se estima que asciende a cerca de 80 mil pesos.

Finalmente, la medida pretende cambiar la percepción negativa con la que quedaron muchos de los consumidores de nuevos medidores inteligentes.