Los distintos escándalos percibidos como corrupción por la población tampoco han pasado desapercibidos para la comunidad internacional. Según la organización Transparencia Internacional (Transparency International), desde 2012 Chile ha ido en un descenso del que no se ha podido recuperar y ha fallado en implementar medidas contra la corrupción, que es definida por esta institución como "El abuso del poder conferido para una provecho propio", haciendo mención del poder entregado por los votantes a los mandatarios, ministros, oficiales, funcionarios públicos o municipales, cualquiera que abuse de la autoridad conferida para beneficiar a un privado.

Este indicador, analiza cómo se percibe la corrupción en el sector público usando una escala de cero a 100,  donde cero es altamente corrupto y 100 representa un nivel mínimo o inexistente de corrupción. Dinamarca ocupó el primer lugar en transparencia o con menos corrupción con un puntaje de 88 y lo acompañan Nueva Zelanda y Finlandia con 87 y 85 puntos respectivamente. Chile obtuvo 67 puntos, luego de haber estado con 70 puntos en 2015.

Para Patricia Moreira, directora general de Transparencia internacional, la percepción de corrupción de este año revela una falla continua de la mayoría de los países, para controlar significativamente la corrupción, lo que está contribuyendo a una crisis en la democracia a nivel mundial. "La corrupción destruye las democracias para producir un círculo vicioso donde la socava los cimientos de las instituciones democráticas y en respuesta, estas instituciones se debilitan y son menos capaces de controlar la corrupción", dijo Moreira. Por otra parte, según Delia Ferreira, encargada del análisis, "la corrupción es muy probable que florezca donde las bases democráticas son débiles y se ha visto en muchos países que políticos populistas y no democráticos, lo pueden utilizar en su beneficio".

Como ranking entre los 180 países Chile quedó en el lugar número 27, donde Somalía, el último país, es el menos transparente o más corrupto para esta medición. En el caso de Chile, el informe se refiere a "enormes escándalos de corrupción" y al involucramiento de sectores altamente respetados y tradicionalmente considerados como libres de corrupción, como es la fuerza policial chilena.