La colonización de La Araucanía está repleta de vivencias, relatos y de historias escritas, tanto por sus protagonistas, como de quienes vinieron de viaje o "de pasada" a hacerse de riquezas. De estos relatos, los de Gustave Verniory -ingeniero belga que llegó a ganar dinero construyendo el ferrocarril- o de los mismos colonos europeos y sus descendientes entregan valiosa información, intencionalidades aparte, de cómo se concretó la anexión de la región al Estado chileno.

"El país es pacífico, y los habitantes disfrutan de libertad civil y religiosa", terminaba un panfleto a través del cual, en inglés, se ofrecía venir a Chile. Asimismo, el mismo documento, firmado por el "Inspector General de las Colonias Chilenas" J. L Drouilly, comenzaba describiendo las maravillas de esta nueva tierra para ser descubierta por los europeos suizos.

"La República de Chile es el Estado más próspero de Sudamérica. Tiene uno de los climas más templados y saludables, y se producen todos los tipos de granos, tubérculos y frutas de Europa. Aparte de aquellos propios del país, los viñedos son extensamente cultivados. Es además un país de crianza de ganado ... hay minas de oro, plata, cobre, zinc, carbón, etc., además de bosques de árboles de manzanas", decía el aviso.

"La parte del país que se ofrece para la colonización es mayormente plano o con suaves lomajes ... para incentivar la inmigración, el Gobierno chileno se ha resuelto ofrecer las mejores condiciones para pobres, pero honestos e industriosos agricultores", sigue el texto.

Así, fueron cientos las familias que se embarcaron a Chile, con destino La Araucanía, llegando a través del puerto de Talcahuano o de Valparaíso, teniendo como destino final Victoria, Angol, Traiguén, Quino y tantos otros lugares de La Araucanía.

Las condiciones para los colonos

Si bien es cierto mucho se ha dicho de que a los colonos se les "regalaron" las tierras, lo cierto es que el Estado chileno se las vendió. Así, sólo podían viajar familias y se buscaba trabajadores agrícolas o agricultores, pero no se aceptaban hombres solteros. Esto decía el folleto:

"El gobierno chileno ofrece:

1.- Un pasaje gratis en uno de los barcos a vapor de la Compañía de Vapores del Pacífico, en los cuales los inmigrantes recibirán buenas camas y buena comida.

2.- Una propiedad en préstamo de 100 acres (40 hectáreas) de buena tierra triguera para el jefe de familia, y 40 acres (16 hectáreas), por cada hijo hombre de 10 años.

3.- Alojamiento gratuito y traslado gratis hasta el lugar de destino ...

4.- Tres libras mensuales para la familia por un año entero.

5.- 300 tablas con clavos y otros materiales de construcción necesarios, un par de bueyes, semillas y tubérculos para sembrar la tierra.

6.- Médico y medicamentos gratis por 2 años."

Devolución del préstamo y otras condiciones

"El dinero desembolsado por el Estado a favor de los colonos para pasajes, sueldos, materiales de construcción, ganado, semillas, etc. debe ser devuelto por los colonos en 5 pagos, dentro del plazo de 8 años. El primer pago deberá realizarse al término del cuarto año", dice el folleto sobre las condiciones para viajar.

"Las escrituras de la propiedad se enviarán tan pronto como la casa se haya construido y se hayan cercado 10 acres (4 hectáreas): desde ese momento el colono será el absoluto dueño de su propiedad, y podrá venderla si lo desea, pero con una primera hipoteca a favor del Gobierno por las sumas que pueda estar debiendo aún", señalan las condiciones para los colonos.

Finalmente, el Gobierno advertía que si al finalizar el cuarto año el colono no realizaba el primer pago del préstamo, se le "transferiría la tierra a otro colono".

Folletos de atracción de inmigrantes: