El Consejo Nacional de Educación (CNED) indicó que los institutos profesionales (IP) se adaptaron con más rapidez a las demandas del entorno. Son estos quienes más aumentaron su matrícula de primero año (6,4%) y, además, destacan aquellos que ofrecen programas de corta duración con metodologías a distancia y que no están adscritos a gratuidad. 

En el marco de la demanda laboral actual de técnicos profesionales, Caren Carmona, secretaria académica de la Sede Viña del Mar de la Universidad Técnica Federico Santa María, señaló que el ser técnico da la posibilidad de desarrollar la parte práctica de la carrera.

”Te da la opción de conocer in situ todo el quehacer de una empresa, para luego ir creciendo y desarrollándose en las áreas de interés”, comentó Carmona. 

En la misma línea, Enrique Calderón, director del Departamento de Construcción y Prevención de Riesgos de la Sede Concepción de la USM destacó el crecimiento que supone para los estudiantes contar con una carrera técnica, en cuanto al nivel personal y familiar. 

”La educación técnica representa un camino para las y los jóvenes del país de crecer y desarrollarse como seres humanos integrales y de valor para la sociedad”, señaló.

Además, Calderón hace énfasis en cómo las carreras técnicas generan una respuesta de “corto plazo” en mejora del crecimiento económico, personal y la flexibilidad de laborar para aquellos que deseen continuar con estudios superiores. 

Ingreso 

Cabe destacar que existen diversas formas de ingreso, las cuales parten en la educación media accediendo a carreras técnicas universitarias, para luego continuar con ingenierías y postgrados, alcanzando así, el más alto grado del saber humano.

La diferencia entre un Centro de Formación Técnica (CFT) y un Instituto Profesional (IP), recae en que los IP imparten carreras profesionales y técnicas de nivel superior como las universidades, pero a diferencia de ellas, no pueden entregar grados académicos (bachiller, licenciado, magíster y doctorado).