Según Álvaro Romero, neurólogo de la Clínica INDISA, el Alzheimer se caracteriza por ser una degeneración irreversible del cerebro que causa trastornos de memoria, cognición, personalidad, entre otras, produciendo así, eventualmente una pérdida en la autonomía del paciente. 

La sintomatología de esta enfermedad va empeorando con el paso del tiempo, aunque la velocidad a la que avanza varía en cada paciente. 

“Generalmente, una persona con Alzheimer vive de cuatro a ocho años después del diagnóstico, pero puede llegar a vivir hasta 20 años, dependiendo de otros factores”, comenta el especialista.

Dentro de los síntomas más alarmantes de esta enfermedad y que motiva la mayoría de las visitas al especialista, es la pérdida de memoria. El doctor Álvaro Romero señala que se ve deteriorada la memoria de trabajo e inmediata, siendo así, por lo cual los pacientes tienden a repetir preguntas u olvidar acontecimientos recientes.

Es frecuente que se presente dificultad para desempeñar tareas habituales en casa, en el trabajo o en su tiempo libre, además de presentar problemas con el uso de palabras de forma escrita y oral, y perder la noción de la fecha o la estación del año.

Al contrario, los cambios relacionados a la edad son moderados y generalmente se manifiestan en situaciones concretas. Según Romero, la toma de decisiones erróneas de vez en cuando, olvidar qué día es y recordarlo después, no recordar ciertas palabras y perder la cosas de vez en cuando son ejemplos de estos cambios. 

Tipos de Alzheimer 

Mal de Alzheimer convencional (esporádico): los síntomas aparecen después de los 65 años, siendo más frecuente en mujeres que hombres. El neurólogo de la Clínica INDISA, señala que este tipo es más común que es de aparición genética y tiende a empeorar progresivamente después del diagnóstico.

Mal de Alzheimer genético (familiar): ocurre antes de los 65 años de edad y alrededor del 5 al 15% de los casos son familiares, se relacionan habitualmente con mutaciones genéticas específicas. 

Para poder confirmar el diagnóstico, se debe efectuar un examen médico, pruebas cognitivas y un examen neurológico con imágenes cerebrales. En caso de presentar algún síntoma temprano de Alzheimer u otro tipo de demencia, es fundamental realizar un diagnóstico temprano y correcto.