La reinserción comienza con un oficio: el rol de la formación laboral en la reintegración social

Regresar a la vida social para una persona privada de libertad no ocurre de la noche a la mañana: se construye con esfuerzo, apoyo y espacios concretos de capacitación que conectan con el mundo laboral. Ese puente, impulsado por iniciativas que el OTIC de la CChC promueve y articula, se ha transformado en una herramienta clave relacionando centros penitenciarios y empresas.

“Al principio cortaba mal el pelo, dejé varias embarradas”, recuerda Gerson, interno en el Complejo Penitenciario Valparaíso. Su historia en el mundo de la barbería comenzó en 2023, cuando decidió tomar una máquina y comenzar a practicar con sus compañeros de celda. Lo que en un inicio era una forma de pasar el tiempo, se transformó pronto en una motivación y, finalmente, en un oficio. Ese tránsito, que va desde aprender una técnica hasta proyectar un futuro, es precisamente el tipo de procesos que el OTIC de la CChC busca acompañar al articular el mundo de la formación laboral con las empresas.

Hoy, Gerson trabaja al interior del centro de reclusión cortando el cabello tanto a funcionarios como a otras personas privadas de libertad, y planea seguir haciéndolo una vez salga del complejo penitenciario.

Mientras, en otro punto del país, Fabián asegura que la formación es clave para “doblar la mano al destino y cortar las cadenas de generaciones de mi familia que se dedicaron a infringir la ley, incluso con delitos graves”. Tras pasar por el ex Sename, hoy ostenta, orgulloso, el cargo de especialista en gestión de procesos RR. HH. en Grupo Komatsu Cummins, fabricante de equipos en construcción, minería, forestal e industrial.

¿En qué se cruzan ambas historias? En la formación como motor de integración social, señala José Esteban Garay, gerente general del OTIC de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), organismo que articula el mundo de la capacitación con el de empresas e instituciones.

“El desafío de la reinserción y de la empleabilidad no se resuelve en solitario. Desde el OTIC CChC trabajamos de la mano con empresas y organismos públicos y privados para que se sumen a un propósito compartido: transformar la vida de las personas a través de las nuevas oportunidades que da la capacitación como herramienta fundamental para potenciar la empleabilidad”.

Una segunda oportunidad

Gracias al Programa de Becas Laborales de Sence, Gerson recibió formación técnica y práctica sobre barbería. Aunque no solo aprendió distintos estilos de corte, también vino acompañado de normas de higiene, atención al cliente y hasta a manejar herramientas y máquinas profesionales. “Después de la capacitación mis cortes cambiaron: más pulidos, más profesionales. También me entregaron máquinas y materiales, lo que hizo una gran diferencia”, explica.

Hoy, además de cortar a sus compañeros de módulo, atiende a funcionarios del penal y genera ingresos que lo ayudan en su vida diaria. Pero lo más importante es lo que vendrá. “El día de mañana quiero trabajar en un local o a domicilio. Ya no pienso solo en sobrevivir, pienso en vivir de un oficio. Esto me demostró que sí hay segundas oportunidades”.

Más allá de la técnica, el aprendizaje también le permitió descubrir otras habilidades: la paciencia, la escucha y la empatía. “Cuando cortas el pelo, la persona se sienta y te cuenta su vida. A veces eres como un psicólogo, alguien que escucha. Eso me enseñó a ver las cosas de otra manera”, agrega.

Cuando una oportunidad cambia el destino

La historia de Fabián, quien estuvo en el ex Sename -actualmente el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil-, hoy lo tiene como trabajador de Komatsu Cummins Chile, y al igual que Gerson, es testimonio de cómo la formación puede marcar un antes y un después. En su caso, hubo un detonante para buscar el cambio: “Lo que me ayudó a tomar la decisión de formarme y cambiar mi camino fue que me enteré de que sería papá, y no quería que mi hijo viviera las cosas que yo pasé”, relata.

Con el apoyo de Fundación Reinventarse, de Komatsu Cummins, accedió a capacitaciones en soldadura, maquinaria, habilidades computacionales y completó su educación media. “Aprendí a expresarme, a trabajar en equipo y hasta a corregir mi ortografía y alimentarme. Eso me abrió puertas”, y añade que “aprendí a expresarme frente a otras personas sin necesidad de pelear o gritar”.

El paso siguiente fue integrarse a Komatsu Cummins. Los primeros meses fueron desafiantes. Hoy, con varios años en la empresa, reflexiona que “el cambio no fue inmediato, pero cada año lograba superar al Fabián del año anterior, y eso me motivaba cada vez más”.

La experiencia de Komatsu Cummins es reflejo de lo que ocurre cuando las empresas deciden abrir espacios de inclusión, y se ha convertido en motivo de orgullo, asegura Bernardo Vázquez, director ejecutivo Fundación Reinventarse, dependiente de la empresa. “Al igual que Fabián, cientos de jóvenes desde hace más de 12 años que buscan una segunda oportunidad han iniciado un camino de reinserción sociolaboral”, plantea.

Darko Louit, CEO Komatsu Cummins Chile y Komatsu Holding South America, añadió que “Fundación Reinventarse ha logrado establecer un programa de intervención robusto. Este es un esfuerzo que nos satisface de manera especial, ya que hemos brindado a muchos jóvenes la oportunidad de reinventarse, de volver a mirar positivamente hacia el futuro”.

Historias como las de Gerson y Fabián muestran que la reinserción no es un ideal abstracto, sino una realidad posible cuando confluyen formación, apoyo y compromiso empresarial. “Cuando vemos estas historias, entendemos que la capacitación no es solo aprender un oficio: es recuperar la confianza en uno mismo y proyectar un futuro distinto. Para nosotros, como OTIC CChC, apoyar esos procesos es abrir caminos de verdadera reinserción”, cierra José Esteba Garay.