Emocionado y con lágrimas por lo que calificó como un acto de bondad incalculable, el superintendente de Bomberos, Leonel Nualart, relató cómo fue que recibieron una donación que llegó desde la hospedería del Hogar de Cristo.

"Nos sorprendió tanto cuando recibimos este regalo. Ellos no quisieron estar ausentes en apoyar a nuestros voluntarios; realmente lo que hicieron nos emocionó casi hasta las lágrimas" , dijo Nualart.

Se trata de un regalo que hicieron con mucho esfuerzo, 31 abuelitos de la hospedería para apoyar a los voluntarios de la capital regional, que por estos días se encuentran combatiendo los incendios que afectan al sur del país y que muchas veces pasan la noche apagando incendios que duran horas.

Barras de cereales, agua, jugos y galletitas, venían envueltas en un cuidadoso papel de celofán que los abuelitos hicieron llegar hasta la superintendencia de Bomberos en Temuco. "Valoramos mucho los aportes voluntarios que nos hacen llegar, pero más aún si vienen de personas que probablemente se privaron de algo para colaborar. Lo agradecemos de todo corazón, con mucho sentimiento", dijo Leonel Nualart.

"De esta forma el país completo se une para apoyar a los voluntarios que con tanto esfuerzo y dedicación, pueden entregar hasta su vida por proteger a la ciudadanía", complementó Nualart, quien recordó cómo hace apenas unos días falleció un joven voluntario de Villarrica, quién acudió a colaborar con sus compañeros bomberos de Nueva imperial. Nada hacía presagiar lo que sucedió con Nicolás Soto y los abuelitos del Hogar de Cristo lo sintieron así.