Visiblemente retrasados se han visto los procesos legales que llevan algunas familias querellantes en contra de la Clínica Veterinaria Recabarren de Temuco, quienes afirman que estos han demorado más de lo necesario.

Fresia Curihual, representante de este grupo de afectados, indicó: “Si bien sabemos que por la pandemia los procesos han sido más lentos, hay también un dejo de parte de las entidades competentes que, en nuestro caso con Likán, han brindado oportunidades de pericias a la veterinaria que han dilatado aún más el proceso no en semanas, sino en meses”.

Dichas pericias, consignó Curihual, “son incluso innecesarias a nuestro parecer, ya que no echarían por tierra los argumentos base de nuestra querella que son las faltas a la ley del consumidor”.

En ese sentido, destacó: “Lo que nos preocupa sobremanera es que nos siguen llegando casos. De los últimos recibidos uno se sumó como denuncia formal (llegando a 7 en total) y otros dos han sido expuestos como consultas y reclamos ...".

Falta de veterinarias nocturnas

Por ello, comenta la afectada, están buscando agilizar los procedimientos y visualizar nuevamente un problema que no ha cesado con el pasar de los meses. “Es más, ha empeorado entendiendo que ya casi no quedan veterinarias de urgencia nocturna en la ciudad y las que hay tampoco quieren atender pacientes, información fácil de confirmar en redes sociales en donde tutores y rescatistas buscan desesperados a profesionales que quieran atender a sus mascotas”, manifestó.

Con lo anterior, hace también un emplazamiento al rol del Municipio en estos casos, esto entendiendo que las patentes las brindan desde dicha entidad con el supuesto de que las empresas deben cumplir con los servicios que dicen brindar “y no hacerlo a conveniencia”, por lo que esperan desde el departamento pertinente y la alcaldía puedan tomar cartas en el asunto a más de 18 meses de la muerte de sus animales.