Sin la CAM no hay Paz

De acuerdo al método de negociación de Harvard, el cual tuve la oportunidad de estudiar en esta Universidad y con uno de sus creadores y para mí, el mejor, el profesor William Ury; para que una negociación sea exitosa, deben estar presentes todas las partes y es necesario abandonar posiciones y centrarse en los intereses en común, además de cada interés individual.

Mientras que Las posiciones son lo que las partes expresan o lo que exigen como resultado de la negociación, muchas veces expresado como una declaración de principios inamovible, por ejemplo en este caso, la total autonomía del pueblo mapuche del Estado chileno, los intereses representan lo que en realidad el que negocia quiere, lo que subyace a esas posiciones inamovibles que no permiten a ninguno avanzar siquiera un paso.

Así, por el otro lado, una posición inamovible que plantean las partes es no conversar con "terroristas" o exigir que depongan las armas para hablar; mientras que a su vez, los grupos que hoy usan la violencia para reivindicar sus derechos, se parapetan en la exigencia (posición) de que salgan del Wallmapu las Fuerzas Armadas e incluso, Carabineros, o exigir antes de sentarse en la misma mesa, la liberación de todos los que llaman "presos políticos mapuche".

Posiciones, puras posiciones. No reconocer constitucionalmente a los pueblos originarios es otra y por supuesto, también, no reconocer que Chile le debe algo a los mapuche, luego de siglos de explotación, robo y abuso por parte de algunos -no todos- y del Estado, luego de la Pacificación de La Araucanía. No sentarse a conversar con la CAM, la WAM, la ATM y todas las ORT que existen, también lo es y no cualquier posición, si no una posición que garantiza que no se resuelva nada y de paso, se beneficie a quienes se lucran de que no se resuelva nunca el conflicto.

El IRA

En una ocasión le pregunté a William Ury si el conflicto mapuche tenía solución y él me contestó con una afirmación que hacía alusión a un conflicto existente en otro continente. El profesor de Harvard había ya participado en la resolución de múltiples conflictos y entre otros, el del desarme nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética. "Resolvimos lo del IRA", me respondió William Ury.

El Ejército Republicano Irlandés (IRA) (siglas en inglés del Irish Republican Army), fue un grupo terrorista que tenía por objetivo la creación de un Estado soberano e independiente del Reino Unido, formado por toda la isla de Irlanda e incluyendo Irlanda del Norte; pero las divisiones entre Británicos e irlandeses, no solo tenían que ver con lo administrativo o geopolítico, ya que también se enfrentaban en la religión: los británicos eran protestantes y los irlandeses católicos, algo que se plasmaba en enfrentamientos día tras día.  En total, al conflicto se le atribuyen mas de 3.600 muertes y al IRA directamente 1.160 asesinatos, entre autos bomba, explosivos en restaurantes, ejecuciones y enfrentamientos. Sin embargo, en 2021 el Gobierno de Boris Johnson decidió impulsar una ley que plantea un plazo para que prescriban los crímenes cometidos “por todas las partes” durante los llamados "Troubles", el largo enfrentamiento que mantuvieron católicos y protestantes en Irlanda del Norte entre 1968 y 1998.

¿Justicia o Paz?

Sin duda que en el caso del IRA obtener justicia era una posición importante y para muchos insoslayable, dado el dolor, sufrimiento y todo el mal causado a las víctimas, muchas veces tan inocentes como un niño o dos ancianos. Sin embargo, el interés de todos era vivir en paz. En La Araucanía también y ojalá que no haya que esperar 30 años más, para tomar la misma decisión que se podría haber analizado décadas atrás, para comenzar a vivir tranquilos, en paz, a prosperar.

En la mesa de negociaciones que armará la Comisión para la Paz y el Entendimiento, nominada recientemente por el Presidente Gabriel Boric, deberá estar la CAM y los demás grupos "extremos". Si no, parte importante de los actores del conflicto que se intenta solucionar no estarán, no conversarán, no oirán y no participarán de una solución que si continúa siendo sólo para "unos", dejará fuera a todos esos "otros", que por pocos y minoritarios que sean, nos tienen 20 años entre balas, atentados, muertes y en un permanente Estado de Excepción Constitucional.