Listas de espera en Chile: Cómo la tecnología puede hacer la diferencia
Tomás Grandi, CEO de la startup Sked24.
Hace años que el sistema de salud chileno enfrenta un problema persistente y doloroso: las listas de espera. A pesar de los esfuerzos de diversas administraciones, la realidad es que las cifras siguen en aumento, dejando a miles de pacientes en un limbo de incertidumbre y desesperación. Ni hablar de las miles de personas que fallecen esperando una atención que nunca llega.
A marzo de este año, las listas de espera alcanzaron cifras históricas con 349.581 cirugías y 2.512.798 consultas de especialidad pendientes. Este incremento no es una simple estadística; es un reflejo de un sistema que, bajo la presión de una demanda creciente y un mayor nivel de incertidumbre, parece estar muy lejos de proveer el servicio que el país necesita.
Desde la pandemia, las listas de espera no han hecho más que crecer. En diciembre de 2023, la media de espera para consultas de especialidad era de 240 días, sin embargo, para junio de este año, esa cifra subió a 251 días. Lo mismo ocurre con las cirugías: en apenas tres meses, el tiempo de espera aumentó en 17 días, pasando de 289 a 306 días. Este fenómeno no es meramente un problema numérico; es una tragedia humana.
El desafío es inmenso. No solo se trata de reducir el tiempo de espera, sino de hacerlo en un contexto donde las capacidades de los centros de salud, hospitales y clínicas ya están al límite. La sobrecarga de trabajo para los profesionales de la salud, la falta de recursos y la ineficiencia en la organización de las agendas y capacidades son factores que contribuyen al agravamiento de la situación. Sin embargo, aún es posible cambiar la situación actual: la tecnología es clave para ese cambio.
En un mundo donde la digitalización ha transformado industrias enteras, el sector salud se ha quedado atrás -siendo uno de los que tiene menos disrupciones tecnológicas-, y esto no puede seguir así. Las soluciones tecnológicas, tienen el potencial de cambiar radicalmente la forma en que se gestionan las citas para atenciones médicas y, en consecuencia, reducir significativamente las listas de espera. Gracias a la tecnología es posible optimizar las agendas de los profesionales y unidades de apoyo al diagnóstico en salud, reduciendo los horizontes de cita, los tiempos muertos y maximizando el uso de los recursos disponibles.
Además, la digitalización ya permite centralizar la información de los pacientes y capacidades de clínicas y hospitales en un solo sistema, lo que facilita la organización y seguimiento de las citas. Digitalizar y validar la información de contactabilidad, y crear paquetes de atenciones por tipo de diagnóstico son solo algunas de las estrategias que pueden implementarse para mejorar la eficiencia del sistema. Al tener trazabilidad en cada paso del proceso, se puede gestionar el panorama general con información en línea y precisa para tomar decisiones y también cada caso en particular, evitando que pacientes queden atrapados en un ciclo interminable de espera.
Es crucial que se adopten estas herramientas tecnológicas no como una opción, sino como una necesidad urgente. El avance de la digitalización en el sector salud no solo puede aliviar la presión sobre el sistema, sino que también puede salvar vidas. La tecnología está aquí para ayudarnos, y es tiempo de que comencemos a utilizarla a nuestro favor.
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