Hace más de un año que algunos de los afectados por la venta de vehículos en la automotora GTS, habían entregado sus vehículos para la venta y aún no recibían su dinero. Esto motivó una serie de reclamos, primero y ya la presentación de denuncias y querellas criminales, una vez que no hubo respuesta por parte de la compraventa de vehículos, muchos de ellos de alta gama.

Ayer fue la audiencia de formalización de la investigación, donde el fiscal Cristián Crisosto, a cargo de la Unidad de Delitos Económicos y también llamado el fiscal Anticorrupción, formalizó al representante legal de la empresa por el delito de apropiación indebida. Más allá de las medidas cautelares solicitadas y las que finalmente concedió la jueza de Garantía, lo que sorprendió fue una estudiada medida que permitirá a los dueños originales, recuperar sus vehículos y al menos tenerlos en su poder. 

Para Rodrigo Alarcón, uno de los perjudicados por la automotora, fue frustrante que al representante legal no le dieran prisión preventiva, ya que él considera que es un peligro. "Siento que es un peligro para la sociedad y que va a seguir perjudicando gente, ya que tiene un método sistemático para hacerlo", dijo Alarcón. 

Respecto a recibir su auto no se quiso referir, aunque al igual que otras tres personas, debió ir ayer a retirarlo a la PDI, ya que el fiscal Crisosto solicitó la incautación de 10 de estos vehículos y pidió dejar a sus dueños originales como depositarios provisionales. Con esta medida, quienes se sentían estafados por la automotora, pudieron ya retirar los vehículos y así, no tener que esperar años sin tener una solución.

Otra de las víctimas pero que no se quiso identificar, agradeció al fiscal Crisosto, ya que según manifestó, con esta medida tendrá "al menos" algo de Justicia. "Es justo agradecer, ya que sin esta valiente determinación aún estaríamos esperando a ver que puede pasar. Ahora, por lo menos los vehículos quedaron a nuestro cuidado y sabremos en qué se ocupa y podemos hasta hacerles mantención", dijo el agricultor.