Senadora Carmen Gloria Aravena advierte crisis en el sistema de admisión escolar

Hoy, según cifras de la PAES 2025, solo 3 de los 100 establecimientos con mejores resultados corresponden a colegios municipales, mientras que el promedio nacional de estos establecimientos (562 puntos) se ubica muy por debajo de los particulares pagados (742 puntos).

A ello se suma que un 64% de los apoderados califica negativamente el SAE, percibiéndolo como un sistema injusto y poco transparente.

La situación no es distinta en La Araucanía, donde si bien existen colegios de alto rendimiento —como el Colegio Alemán de Temuco o el San José de Angol, ambos dentro de los 100 mejores a nivel nacional—, la mayoría de los establecimientos municipales ha quedado muy rezagada, con contadas excepciones como el Liceo Bicentenario de Temuco, que ha logrado destacarse dentro de la región.

Esta disparidad refleja con claridad la necesidad de revisar un modelo que, bajo la premisa de la igualdad, ha terminado debilitando la calidad y las oportunidades educativas para miles de estudiantes.

Frente a este escenario, la senadora por La Araucanía, Carmen Gloria Aravena, junto a otros parlamentarios, ingresó un proyecto de ley —contenido en el Boletín N° 16.766-04— que busca modificar la Ley de Subvenciones a Establecimientos Educacionales en materia de admisión.

La iniciativa propone la creación de un “proceso especial de admisión” que permitirá a los sostenedores destinar hasta un 60% de los cupos a criterios objetivos vinculados al desempeño académico, resguardando siempre la no discriminación por razones socioeconómicas, religiosas o familiares.

Además, se establecerán prioridades claras en caso de vacantes limitadas, como la existencia de hermanos en el mismo establecimiento, la inclusión de estudiantes prioritarios, los hijos de funcionarios del colegio y la cercanía territorial.

“La llamada tómbola ha golpeado duramente a colegios emblemáticos que antes eran sinónimo de excelencia. Creemos fundamental devolver a los establecimientos la posibilidad de reconocer el esfuerzo y las capacidades de sus estudiantes”, señaló la senadora Aravena. A su juicio, este cambio permitirá equilibrar inclusión con calidad, devolver confianza a las familias y proyectar un sistema educativo más justo, donde los estudiantes puedan acceder a colegios que reflejen tanto sus méritos como sus necesidades.