Más de cuatro años han pasado desde un hecho que dejó graves heridas en una menor que tenía solo seis años en aquel entonces y su madre que paseaban frente a la catedral de la comuna de Villarrica y fueron lamentablemente atacadas por un perro callejero.

Producto del hecho, la menor sufrió una herida en la cabeza de 10 centímetros, una lesión cortante en la mejilla, otra en el párpado y exposición del cráneo. Por lo que, tras casi cinco años del hecho la Corte Suprema ordenó al Fisco y a la Municipalidad de Villarrica a indemnizar a la niña que fue mordida por concepto de daño moral, ordenando a pagar un monto total de $23 millones.

La Corte Suprema había rechazado la semana un recurso de casación interpuesto por el municipio tras la determinación de la Corte de Apelaciones de Temuco. Sin embargo, la Tercera Sala del Máximo Tribunal determinó que existe “responsabilidad por falta de servicio, de la Secretaría Regional Ministerial de Salud y la municipalidad, al no adoptar las medidas necesarias para mantener bajo control a los peros vagos”.

Y es que en la sentencia, la Tercera Sala del máximo tribunal, descartó error en la sentencia impugnada, dictada por la Corte de Apelaciones de Temuco, que estableció la responsabilidad por falta de servicio, de la Secretaría Regional Ministerial de Salud y la municipalidad, al no adoptar las medidas necesaria para mantener bajo control a los perros vagos.

Esto, mientras que el director jurídico del municipio, Israel Carrasco, dijo que acatarán el fallo, pues aseguró "es lo que corresponde" y por lo tanto, tomarán acciones para que el hecho no se vuelva a repetir, lamentando sin duda, lo ocurrido. 

"Tenemos que hacerlo cumplir...instaremos para hacerlo de manera voluntaria y procuramos tanto en este oficina y todas las unidades, que esto no se vuelva a repetir para que ningún ciudadano o vecino pueda verse afectado...", indicó. 

Cabe recordar, que uno de los argumentos, para justificar esta decisión de que el fisco y el municipio deberán indemnizar a esta madre y su pequeña hija tuvo lugar con que este can deambulaba por las calles de la comuna, sin que nadie se haya preocupado o hecho cargo por esta situación antes de que ocurriera.