La mañana del 4 de enero de 2013 se confirmó la tragedia que se podía prever desde la noche anterior, cuando Jorge Luchsinger Mackay, hijo del matrimonio compuesto por Werner Luchsinger y Vivianne Mackay, agricultores de la zona de General López (entre Temuco y Vilcun), llegó a la casa aún den llamas donde vivían sus padres y había crecido él.

Esa madrugada el matrimonio de 75 y 69 años (la mujer) dormían en su casa al interior del predio Granja Lumahue, cuando aproximadamente a las una de la madrugada, varios encapuchados ingresaron a la propiedad. Werner Luchsinger, al percatarse, decidió enfrentar a los intrusos con sus armas (un revólver calibre 22).

Al ser repelidos, los atacantes comenzaron a incendiar la casa, mientras que Vivian Mackay telefoneaba desesperadamente a familiares y a Carabineros. El hijo no tardó en llegar al lugar, pero su hogar estaba envuelto en llamas y no había Oda que hacer. Jorge Luchsinger inicialmente pensó que sus padres habían logrado escapar, pero al pasar las horas lo peor se confirmó. Bomberos encontró los cuerpos de ambos, calcinados al interior del hogar.

Si bien es cierto que al momento del ataque no se logro detener a ningún implicado, al pasar las horas las cosas fueron cambiando y a 1750 metros del lugar, en línea recta desde el domicilio atacado, fue detenido el machi Celestino Córdova Tránsito, quien se encontraba oculto entre unos matorrales, herido a bala, siendo finalmente uno de los únicos condenados -como coautor- del horrendo crimen ocurrido el 4 de enero de 2013.