Si no es fácil adquirir el hábito de reciclar o de separar residuos sólidos domiciliarios, como botellas, latas de bebidas o cartón y papeles, tampoco lo es hacerlo con los residuos orgánicos que salen del hogar. Más aún si hay que guardarlos o mantenerlos por algún tiempo dentro de la misma cocina o en algún lugar de la casa antes de compostarlos. Así lo cuenta Sylvia B. quien vive en un departamento de calle 18 de Septiembre, en un cuarto piso, en Temuco.

"No es algo habitual que uno ande juntando lo que sobra del almuerzo o de la comida", cuenta la mujer que accedió a contarnos cómo es el proceso y de qué manera empezó a hacer su propio compost o tierra de hojas para sus jardineras, en un departamento de Temuco. "Lo normal es que uno eche todo a la basura y que luego, cuando se llena la bolsa, se tire por el ducto de la basura", agrega la señora Sylvia.

Sin embargo se decidió a empezar con el compostaje luego de que su nieto le llevara tierra de hojas que su hermana había compostado. "Un día Emilio llegó con un saco de tierra de hojas, la tierra estaba muy linda, húmeda y toda parejita. Con eso rellené mis maceteros y las plantas de mi terraza. Después me contaron que era de compostaje, así que ahí me decidí a hacerlo yo misma", cuenta la vecina del edificio Boulevard.

Después de esto, cuenta la señora Sylvia que comenzó a juntar las cáscaras de las verduras que cocinaba en una bolsa, pero que al poco tiempo, como esto fermentaba y daba olores desistió de continuar. Pero este no fue el final de su historia de compostaje, ya que luego, sus nietos le regalaron un recipiente para compostar y ahí comenzó a hacerlo bien.

"Me regalaron una especie de olla de metal donde uno va colocando estos restos vegetales, que es lo único que yo meto a la compostera. Así queda todo sellado, no salen olores y luego, cuando ya he juntado un buen resto, lo entierro en una jardinera que tengo para hacer compost", cuenta Sylvia.

Luego, dice la señora, a todo lo que pone en su "compostera" lo tapa con la misma tierra de hojas que ya ha producido y no deja nada descubierto. "Para mi la clave está en que no quede nada descubierto, así no se ve feo y no sale nada de olor", puntualiza la señora Sylvia.

"Y los beneficios son varios, primero contamino mucho menos, ya que si antes tiraba la basura cada dos días por el ducto del departamento, ahora con suerte una vez a la semana. Luego, cada cierto tiempo tengo tierra de hojas para ir agregando a mis plantas", finaliza la señora que vive en el cuarto piso del edificio Boulevard de Temuco.

"Compostando La Araucanía" es un proyecto financiado por la Secretaría General de Gobierno y el Gobierno Regional de La Araucanía, que en conjunto con AraucaniaDiario, pretenden dar a conocer y difundir las buenas prácticas del compostaje domiciliario, como una solución al problema de la basura.