Con el objetivo de tener un detalle de los dineros que el Estado destina al complejo penitenciario Punta Peuco, la diputada Ericka Ñanco envió un oficio al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, además de Gendarmería; para conocer la cantidad de recursos que año a año se gasta en la mantención de dicho complejo penitenciario.

La Diputada frenteamplista presentó el documento que pide información al Ejecutivo, en el marco de la sesión de la Comisión de Derechos Humanos y Pueblos Originarios, con el fin de tener un balance concreto sobre lo que se destina para los condenados por violaciones a los derechos humanos, en contraparte a reos comunes en las distintas cárceles del país.

“Si queremos un Estado realmente democrático, en que la ley se aplique de forma igualitaria para todos y todas debemos partir observando dónde se concentran los privilegios y acabar con el trato preferente para ciertos sectores. Queremos que en Chile se aplique realmente el que nadie es distinto por su condición sociopolítica, más cuando se han cometido delitos de lesa humanidad, y para eso, siempre debemos avanzar en transparencia”, manifestó la parlamentaria.

En este sentido, en sesión de la Comisión de DDHH y Pueblos Originarios de la Cámara de Diputados y Diputadas, el Instituto Nacional de Derechos Humanos, entregó un informe donde se observa que los criminales que cumplen condena por cometer delitos de lesa humanidad tienen condiciones privilegiadas en comparación a reos que hayan cometido delitos comunes, situación de la que la Diputada Ericka Ñanco, manifestó su preocupación y por eso, presentó el oficio al Ejecutivo.

"Según lo que nos presentó el INDH, existen gastos especiales que no se justifican ni ahora, ni nunca. Queremos un país democratizado, que la ciudadanía tenga acceso a la información, que conozcan detalles de si existen o no gastos justificables o no, para ciertos sectores y de si es así, que haya respuesta de porqué se hacen de esa manera”, puntualizó Ñanco.

Concluyó. Según el INDH, en Punta Peuco hay condiciones de vida diferentes a cualquier otro complejo penitenciario tradicional, con acceso a teléfonos públicos, televisores, trato especial en alimentación y espacios físicos que solo se ven en dicha cárcel, además de contar con infraestructura amplia en todo el penal. Esta situación es opuesta, a lo que sucede en el resto de los recintos penitenciarios del país.