Así con la UFRO: como en los mejores tiempos de la dictadura

Con mucho cariño y respeto a quienes transitan por las veredas de la centro izquierda y la izquierda más radical, en cuanto a sus pensamientos y legítimo derecho a buscar -por la vía democrática- hacer carne sus ideales, me refiero hoy a algunos "zurdos" -reitero con cariño-, que militan en el partido del poder en la Universidad de La Frontera, la UFRO.

Y comienzo citando a mi profesor Juan Pablo Cárdenas, premio nacional de periodismo, en la revista de Comunicación y Medios de la Universidad de Chile: "La prensa fue uno de los actores decisivos en la ruptura institucional de Chile en 1973. Los medios de comunicación no fueron capaces de sustraerse a la pugna política que enfrentó dramáticamente a partidarios, adversarios ... buena parte del clima social de agitación fue estimulado por los canales de televisión, los diarios y las radios que, en general, asumieron un periodismo de trinchera dejándose manipular por los partidos políticos y los diversos grupos fácticos que, desde uno u otro lado, coincidían en agudizar las tensiones, hacer imposible el diálogo y favorecer la intervención de los militares".

"Sin embargo, la lucha contra la dictadura volvería a brindarle a la prensa la colosal tarea de romper el imperio informativo consolidado por Augusto Pinochet y alentar la unidad y movilización del pueblo ... Soy parte de una generación de periodistas que fundamos algunos medios escritos (clandestinos, primero; abiertos, después) que acometieron la tarea de denunciar las graves y sistemáticas violaciones contra los derechos humanos en una sociedad perpleja por el miedo y la desinformación oficial", sigue Cárdenas, por el otro lado del cerco informativo.

"Unas cuantas revistas y diarios que ganaron a costo de cárceles, clausuras y toda suerte de amedrentamientos su derecho a existir y convertirse en los principales vehículos de la denuncia y agentes del cambio", cuenta también sobre aquellos años.

Los zurdos de la UFRO

Creo que leyendo lo anterior, a varios les habrá caído ya la teja y sino habría que retejarlos para ver dónde está la que les falta. No puede ser el miedo, el temor a la opresión representada en el despido, la herramienta que quienes se dicen ser de izquierda, utilicen para ajusticiar a quienes piensan diferente o reaccionan ante los abusos.

Hace tan sólo algunas décadas, atreverse a hablar costaba muy caro. Y atreverse a publicar, podía costar la vida, así como les cuesta a cientos de periodistas en todo el mundo, hoy.

El 4 de septiembre de 2025, AraucaniaDiario publicó una nota sobre un decano, director de pregrado y un profesional de apoyo, que viajarían por 8 días a Colombia con goce de remuneraciones y pago de pasajes, para asistir a una feria del libro, cobrando $4 millones en viáticos por 4 días. Lo anterior en el contexto de la crisis financiera que sufre la UFRO y el incumplimiento a las medidas comprometidas al superintendente de educación superior, para no ser intervenidos.

Asimismo, nuestro medio había ya publicado que en los últimos tres años la universidad gastó más de mil novecientos millones de pesos en viáticos al extranjero y donde destacaban -entre otros- viajes de autoridades con sus respectivas parejas o esposas, todos con cometidos, pasajes y viáticos pagados, "haciendo" como que cada uno viajaba por su lado.

Y el decano señalado, Luis Nitrihual, periodista y escritor, mapuche y de izquierda, salió a decir que lo publicado era falso, sin demostrar en todo caso cual era la falsedad, ya que las resoluciones estaban a la vista. $1.420.638 para el decano por cuatro días, más los viáticos de sus acompañantes.

La persecución

Y como en los mejores tiempos de la dictadura, donde sobraban los "sapos" y se les pagaba por delatar o se acusaba sin más, pidiendo cárcel o las penas del infierno para tal o cual, en la UFRO de inmediato vino la persecusión.

El señor Nitrihual, un zurdo de tomo y lomo, escribía en 2021 sobre el programa de José Antonio Kast: "Su escritura, al menos en la primera parte, muestra un mundo de profundo odio. Se trata de un universo y un lenguaje de los años '70. Su lectura me recordó los pasquines de la Unidad Popular. Precisamente lo que dice querer evitar, es resucitado".

"(Kast) Ofrece un camino donde, por ejemplo, cualquier funcionario público es sospechoso de algo, y podría pasar a engrosar las filas del despido", agregaba Nitrihual en su columna de 2021 y no puedo dejar de sorprenderme, ya que exactamente lo mismo exige él hoy: sumarios y despidos.

Y resulta que ahora, toda secretaria o funcionario administrativo de su facultad, es sospechoso de habernos entregado la información sobre su viaje y viáticos, pese a ser datos públicos e incluso, ya anunció sumarios para sancionar a los responsables de la "filtración".

¿Y dónde quedó la Libertad de Prensa?, ¿o el derecho a Informar? ¿No son los actos del señor Nitrihual, dignos de una dictadura?

Oscuros días

"Me gustaría partir señalando que la información del medio citado (AraucaniaDiario) es falaz y manipuladora. Este medio se ha dedicado desde noviembre a la fecha a publicar noticias con información de fuentes anónimas, que recuerdan oscuros días de nuestro país, información parcial, tendenciosa y que busca dañar la imagen de la Universidad, así como de académicos y académicas que nos dedicamos a mantener en alto lo indicadores de investigación, internacionalización y formación en nuestra corporación", dice Nitrihual en una carta enviada a sus colegas consejeros universitarios.

Y Nitrihual hacía alusión a los "oscuros días" de la dictadura, donde por informar José "Pepone" Carrasco, donaba su cuerpo para ser acribilado.

“Soy periodista, soy periodista”, les gritó José Carrasco Tapia a los agentes de la CNI que lo secuestraron la madrugada del 8 de septiembre de 1986. Fueron las últimas palabras que se le escucharon a Carrasco antes de pasar a conformar la lista de los 31 periodistas y estudiantes de periodismo asesinados y desaparecidos durante la dictadura de Augusto Pinochet.

José Carrasco Tapia, “Pepe” o “Pepone” como lo conocían sus amigos y compañeros, al momento de su detención era editor internacional de la revista Análisis.

“Él se relacionaba bien con todo el mundo en lo humano. Les decía; ‘oye huevón, yo no tengo nada que ver contigo políticamente y tú estás al otro lado de la trinchera donde estoy yo, pero pucha que te quiero’. Ese era el Pepone“, recuerda la periodista Gladys Díaz.

Sumarios en la UFRO

Dicho lo anterior, no entiendo cómo Luis Nitrihual pide asesoría legal contra nuestro medio (está en su derecho) y si por último, él considera que es la forma de resolver el problema que tiene con nosotros, bienvenido sea, pero no contra sus funcionarios.

El tema es que lo que no puede hacer, es tratar de acallar la voz de decenas de funcionarios que nos comparten, día a día, información valiosa que permite fiscalizar lo que los rigurosos sistemas de control de la UFRO, nunca vieron. ¿Cómo se habría sabido del hotel que compró la UFRO en Mehuín? ¿O de la camioneta alta gama blindada que tenían para el rector? ¿O la crisis financiera por la que pasaban?

Pedir sumarios para los funcionarios de la UFRO, además de ser una práctica dictatorial, es un artero y cobarde ataque contra personas humildes que no se atreven a hablar por miedo a ser despedidos, pero que a su vez permitieron destapar lo que estaba pasando en la UFRO, en beneficio de todos.

Espero que el señor Nitrihual lo madure y enmiende el rumbo.

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