Madre de Erica Hagan denuncia que fiscalía no seguirá investigando su asesinato

Tal y como muchos suponían, cuando en septiembre de 2020 se reabrió la investigación por el macabro crimen de la psicóloga estadounidense Erica Hagan, la fiscalía regional de La Araucanía no llegó a nada y a casi 10 años de su asesinato, se cierra la carpeta y él o los asesinos de la joven seguirán caminando libremente por las calles de Temuco, o el mundo.

"El 5 de septiembre de 2020, recuperé la esperanza en que el equipo PDI, seleccionado por la fiscalía de la Araucanía, resolvería el caso de mi hija, pero nada", dice la madre de Erica, Regina O'Neal.

"Concluyeron que ningún sospechoso asesinó a mi hija Erica, todo en medio de decenas de nuevas irregularidades reveladas, funcionarios que se acusan unos a otros de un mal trabajo, nuevas evidencias perdidas (porque fueron destruidas) y conclusiones policiales inservibles, cerrando así su investigación", agrega la madre de la psicóloga asesinada en dependencias del Colegio Bautista de Temuco.

Fiscal regional

Y es que todo comenzó mal en esa investigación, partiendo por que la fiscalía regional de La Araucanía nunca debió haber investigado el caso, ya que el entonces fiscal regional Cristian Paredes era apoderado del Colegio Bautista e incluso, visitó la escena del crimen apenas informado el asesinato. "Por el principio de objetividad debió haberse inhabilitado", opina un funcionario de la fiscalía a AraucaníaDiario.

Luego, siguió la serie de errores de la Policía de Investigaciones, sumado al apuro por encontrar a algún culpable, cualquiera o el que fuera. Así, un guardia del Colegio Bautista fue acusado injustamente de haber asesinado a la joven, dejando de lado otros sospechosos, en un bochornoso juicio donde finalmente Domingo Cofré Ferrada, de 44 años, fue absuelto e incluso indemnizado, no obstante la seguridad con la cual previamente fue señalado como el culpable, por Cristian Paredes (aún en el Ministerio Público), lo que se puede constatar en el siguiente audio de 2014:

Pero Cofré era inocente y con su absolución se fueron otros sospechosos y eventuales culpables, quienes incluso fueron sobreseídos a petición de la propia fiscalía, por lo que nunca habrían podido ser condenados por el crimen y eso lo sabían cuando reabrieron el caso.

Los sospechosos sobreseídos

Erica Hagan llegó hasta Temuco para colaborar con la enseñanza de inglés en el Colegio Bautista de Temuco. El viaje fue gestionado por la profesora Marta Muñoz, quien junto a su esposo Harold y su hijo Esteban Gutiérrez, acogió varias veces en su hogar a la joven estadounidense.

En conversación con CHV Noticias, el guardia Domingo Cofré -hoy sobreseído del caso- cuenta que durante una de las rondas dentro del establecimiento sintió un olor a humo en el inmueble de Erica. “Toqué la puerta varias veces. Pregunto si está todo bien y de adentro me responden que sí, todo bien. Era una voz masculina, no gruesa”, afirma Cofré.

Al día siguiente del crimen, el agua que corría inundando el colegio alertó a los funcionarios. Llamaron a la profesora Marta y ella le avisó a su esposo Harold Gutiérrez, quien acudió al lugar y fue el primero en ingresar al inmueble a través de una ventana, encontrando el cuerpo en el baño -según su versión- cubierto con la cortina.

Huella afuera del dormitorio

Un peritaje realizado por el subcomisario de la PDI Claudio Medel, descartó que una huella digital encontrada en el marco de la puerta de acceso al dormitorio, fuera de uno de los imputados. La defensa de Cofré nunca tuvo acceso a los informes, hasta que de manera fortuita supieron que se trataba del pulgar de Harold Gutiérrez.

Asimismo, la fiscalía regional explicó que la sangre de la víctima hallada en ambas zapatillas de Gutiérrez, se encontraba allí porque “la persona que usaba las zapatillas fue la primera en ingresar al sitio del suceso, que estaba inundado con agua mezclado con sangre de la víctima“, según dijo en la oportunidad Daniela San Martín, vocera de la Fiscalía de Temuco.

Sin embargo, aún cuando lo más lógico sería que el agua en la tina también arrojara positivo, ni siquiera se pudo extraer su ADN por estar demasiado diluido. Las zapatillas de Harold, en cambio, tenían sangre en la planta y en el empeine.

Esteban Gutiérrez

Pero según declaró en tribunales, antes de que Harold Gutiérrez usara esas zapatillas, estas habían sido utilizadas por su hijo Esteban. El día del crimen, la joven estadounidense no había querido ir al gimnasio junto a Esteban, quien declaró haber usado unos pantalones negros ese día, aunque imágenes que le ven saliendo del recinto, dan cuenta que sus pantalones eran claros.

Herbert Riveros, jefe de la Brigada de Homicidios de aquel entonces, llamó al imputado a las 22:44 del 9 de septiembre. Casi una hora después, Esteban lo llamó a él. Pasada la media noche llegaría el equipo de detectives a su domicilio a pedirle las vestimentas que usó el día del crimen. “También es posible que la familia pudiera haber tenido alguna relación con el oficial de policía, y que ese policía los hubiera llamado y alertado, y que los mantuviera actualizados de lo que estaba sucediendo con el caso”, asegura la madre de Erica a CHV Noticias.

Robinson Soto

Por otra aparte, la fiscalía regional descartó como evidencia una receptación telefónica en la que la pareja de Esteban, Robinson Soto, sospecha de su participación en el homicidio de Erica Hagan. “¿No fuiste tú cierto?”, consulta su pareja, a lo que tras algunos segundos de silencio Esteban Gutiérrez contesta: “¿por qué me haces esa pregunta?”.

Robinson Soto fue la última persona que estuvo junto a Erica Hagan el día del homicidio. Ella prefirió salir con él y no acompañar a Esteban al gimnasio. Sin embargo, la fiscalía no ordenó realizar peritajes a sus aparatos tecnológicos ni a sus vestimentas, a pesar de su similitud física con un sujeto que está fuera del departamento de Erica ese día a las 21:15.

Esta persona dialogaba con alguien al interior de un vehículo con luces intermitentes, permanece por un par de minutos y luego se retira. Supuestamente a esa hora Esteban regresaba del gimnasio y Harold salía de un supermercado, donde había sido enviado por su esposa Marta para comprar esmalte de uñas para Erica. El crimen ocurrió entre las 21:15 y las 22:30 de ese día.

Sobreseimiento

Sin embargo, todos fueron sobreseídos tempranamente a petición del fiscal regional, luego de que el juez de Garantía de Temuco Luis Olivares Apablaza, diera lugar a la solicitud efectuada por el Ministerio Público, ordenando el sobreseimiento definitivo de los cuatro imputados en la causa, entre ellos la profesora Marta Muñoz.

Al día de hoy no existen culpables y la fiscalía regional -vergonzosamente- estaría por cerrar el caso y comunicar su decisión de "no perseverar", es decir, no seguir investigando ni encontrar culpables, según cuenta la madre de la psicóloga asesinada.

"Nuevamente me siento vulnerada en mis derechos como víctima y mujer, por decisiones unilaterales, sin siquiera haberme convocado a una reunión para discutir mi caso. Autoridades impregnadas de indolencia, de palabras formales, que en su discurso hablan de eficiencia y empatía, pero que en la realidad son débiles, indolentes e incapaces", dice Regina Oneal y cierra: "No descansaré hasta que mi hermosa hija Erica tenga al menos algo de justicia".