El duro relato de las víctimas del atentado que dejó más de 15 camiones y maquinaria quemada en Maquehue

Fueron horas de espera para que la Policía de Investigaciones terminara el minucioso trabajo que permitirá seguirle la pista al grupo de encapuchados que la noche del miércoles, alrededor de la 22.30 horas, comenzó un ataque que la familia Oñate nunca olvidará.

"Anoche aproximadamente entre 10 a 10.30 de la noche empezamos a sentir disparos y explosiones, yo vivo aquí a 50 metros donde sucedió todo, donde guardamos los camiones y mi tío que vive al lado, al sentir eso sacó su escopeta al ver que se estaba encendiendo una máquina excavadora de nuestra propiedad. Al seguir avanzando con su escopeta se dio cuenta que estaban quemando todos los camiones de la empresa a la que nosotros le arrendamos, y los sujetos, que alcanzó a divisar a tres sujetos, encapuchados todos de negro se acercaban hacia nuestros camiones que son hormigoneros ..."

"... uno de mis tíos intentó repelerlos con una escopeta y después de eso se dieron a la fuga, respondiendo el fuego, no sabemos si apuntando o no, como estaba de noche. Luego de eso dimos con el cuidador y lo vimos que estaba amarrado, maniatado ...", contó Jaime Oñate.

Al joven lo despertaron los tiros y las explosiones, ya que todos viven en el mismo lugar. "Yo estaba durmiendo y empezamos a escuchar disparos y explosiones ... mientras estaba acostado empecé a sentir disparos, gritos de mujeres, me acuerdo, que fueron al final mis primas y mis tías al ver que mi tío salía con una escopeta a defender sus camiones ... no creo que exista una persona que no sienta miedo", contó a AraucaniaDiario Jaime Oñate, sobrino e hijo de los perjudicados en el atentado.

"... Al sentir disparos que pasan por los árboles, gritos de personas, explosiones de los camiones, no creo que exista una persona que no sienta miedo ...", dijo el joven.

Oñate, quien salió a conversar porque su padre y tío se encontraban aún muy afectados por lo ocurrido, también tiene ascendencia mapuche e incluso calidad indígena, como el resto de su familia y trabajan en sus parcelas de 40 hectáreas desde hace más de 40 años extrayendo áridos.

Dentro de las personas afectadas, tal y como cuenta Jaime Oñate, está un cuidador que vive en una vivienda con su hermana y sobrina, quienes vivieron y presenciaron cuando los tres encapuchados entraron a la casa rompiendo la puerta, para luego quitarles sus celulares y maniatar al cuidador, quemando una excavadora situada a escasos metros de donde viven.

Comunidad indígena

Asimismo, el joven contó a AraucaniaDiario que son parte de la comunidad indígena del sector, con quienes siempre han tenido una buena relación e incluso, trabajan con ellos o con la empresa de áridos Pizarro, el otro perjudicado con la acción de hace ya dos noches. En total son 150 trabajadores quienes perderían su fuente laboral.

"Acá en la comunidad indígena de la que somos parte, que dicho sea de paso, toda la familia somos indígenas, somos mapuches y tenemos nuestra calidad indígena, no queremos que la comunidad que se caracteriza por ser una comunidad pacífica, se contamine con esa gente que viene de afuera, que a lo mejor no es ni mapuche y viene aquí a hacer actos de terrorismo, no nos dejan vivir tranquilos ...", puntualizó Oñate.

"... No nos dejan trabajar, imagínense que acá entre las dos empresas le damos trabajo a más de 150 personas, que representan me imagino a 150 familias ... en la empresa Pizarro ellos no van a poder seguir trabajando, si ustedes ven está todo quemado y nosotros acá, no sé, no sé que va a pasar de aquí en adelante", dice Oñate.

La familia quedó a la espera de las medidas de protección que se les asignarán, aunque criticaron que el general de Carabineros que los visitó la misma noche les haya dicho que no tenían personal y que les faltaba seguridad. Finalmente esperan que el Gobierno se querelle por ley anti terrorista y que quienes realizaron los atentados sean apresados, luego de otra noche de violencia en La Araucanía.

Entre las 2 excavadoras quemadas y los más de 15 camiones que fueron incendiados, más las oficinas de la empresa Pizarro, las pérdidas se avalúan en al menos 1.500 millones de pesos y donde, dijo escuétamente uno de los tíos de Jaime, no hay seguros comprometidos, ya que nadie les asegura los camiones o maquinarias en La Araucanía.