La tarde del viernes pasado, en la faena forestal de Mininco, ubicada en la ruta que une las comunas de Carahue con Tirúa, todo fue de mal en peor. Al ataque incendiario que realizo la ORT (organismo de recuperación territorial) Lafkenche Leftraru, donde resultaron quemados un minibus, un cargador frontal y un camión, además de un trabajador herido a bala -que resta determinar cuándo y de quién recibió los impactos balísticos-, se siguió un enfrentamiento con el personal policial que resguardaba la faena y luego, con los carabineros que venían a relevar la guardia.

Ceferino González Marabolí, el trabajador herido, habría recibido al menos un impacto en el tórax y hasta el momento se encuentra con riesgo vital, conectado a ventilación mecánica, en el Hospital Regional de Temuco.

Sin embargo, no fue él quien sacó la peor parte. Pablo Marchant Gutiérrez de 29 años, miembro de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), resultó muerto, luego de que recibiera un disparo en la cara. Las circunstancias en que esto ocurrió es lo que hoy está en investigación y Ciper Chile tuvo acceso a la declaración de los carabineros involucrados en la muerte del "weichafe" de la CAM.

Acompañados por un abogado de la institución uniformada, estos dos carabineros se presentaron a prestar declaración voluntaria ante la Fiscalía horas después de ocurridos los hechos, durante la madrugada del sábado 10.

En su testimonio -según informa Ciper Chile- dijeron que Pablo Marchant no les disparó, pero sí que los apuntó con su arma. También declararon que el tiro en la cabeza con el que lo abatieron fue percutado a corta distancia y que no portaban cámaras Go Pro, a diferencia de los dos policías que inicialmente enfrentaron a la célula de la ORT al interior de la faena forestal, por lo que no habría registro audiovisual de las circunstancias en que se produjo la muerte de Marchant.

Les apuntaron con el fusil M16

El relato que ambos efectivos de Fuerzas Especiales prestaron ante la Fiscalía asegura que cuando iban llegando al Fundo Santa Ana Tres Palos, se enteraron por radio que el predio estaba bajo ataque. Entonces descendieron de su vehículo y continuaron a pie. El camino por el que avanzaban tiene unos cinco metros de ancho. Uno de los uniformados iba un poco más adelante que el otro y caminaban agazapados.

"El que iba al frente avanzaba pegado a un paredón de tierra que bordea el camino. El que iba más atrás lo hacía por el otro costado, flanqueado por matorrales. Desde esos matorrales, según declararon los policías, apareció repentinamente un encapuchado que tenía un fusil M16 en sus manos y los apuntó. El carabinero que venía más atrás le disparó a corta distancia, hiriéndolo de muerte", relata Ciper Chile.

De acuerdo a lo informado por el medio de prensa, según el cálculo de los equipos que investigan los hechos, el tiro no se realizó a más de tres metros. Fue directo a la cabeza de Pablo Marchant, quien se desplomó de inmediato. Los dos carabineros se quedaron ahí y luego de algunos minutos recibieron apoyo de otros efectivos. La orden que recibieron fue no tocar nada. De hecho, ni siquiera le sacaron la capucha al caído.