El 25 de abril de 2019 el diputado Miguel Mellado junto a otros parlamentarios de la época (diputados Harry Jürgensen y Gastón Von Mühlenbrock), ingresaron el proyecto de Ley que buscaba regular la utilización del concepto “carne”, con el fin de proporcionar información clara a los consumidores respecto a los alimentos cárnicos existentes en el mercado y así evitar que se catalogue como tal, a productos comestibles que no son de origen animal.

El lunes uno de abril se realizaron las últimas modificaciones al proyecto y finalmente será Ley. La moción aprobada reconoce como “carne” la parte comestible de los músculos de los animales de abasto como bovinos, ovinos, porcinos, equinos, caprinos, camélidos y de otras especies aptas para el consumo humano. Palabras como “hamburguesas, chorizos, salchichas y cecinas” solamente podrán ser comercializadas con esas denominaciones si se indica de manera expresa, visible e inequívoca que son de origen vegetal.

Para el diputado Mellado, se trata de una norma importante tanto para los consumidores como para el rubro ganadero de Chile. “Hay que decir las cosas por su nombre: al pan, pan; al vino, vino; y a la carne, carne; como corresponde. No hay que mentirle a los consumidores”, señaló el legislador, quien valoró que a través de esta ley se reconozca que la carne es de origen animal y no vegetal. “Con esto se evitan confusiones en los consumidores a la hora de adquirir alimentos, porque la carne no es sustituta, no nace de las plantas, sino de los animales. Al resguardar el uso del concepto “carne” además estamos reconociendo el importante trabajo que realiza la industria ganadera nacional, que se saca la mugre día a día para poder producir”, señaló el parlamentario. 

Mellado aclaró respecto a la Ley: “no se trata de privilegiar los productos cárnicos por los de origen vegetal, sino de limitar la utilización de conceptos derivados con información real. No podemos permitir que se engañe al consumidor y que exista una competencia desleal para los ganaderos”. 

La normativa entrará en vigencia 18 meses desde su publicación en el Diario Oficial. Dentro de los puntos que aborda, exige que las carnes de animales de caza, en sus procedimientos de manejo, elaboración, envase, almacenamiento, distribución y venta deban ceñirse a lo establecido en el Reglamento Sanitario de los Alimentos y respetar la norma técnica.