La impunidad de los asesinatos de Pedro Cabrera Benavides y de Pablo Burgos Bustos podría llegar a su fin, de resultar efectivo que los comuneros mapuche, pertenecientes a la comunidad José Millacheo Levio (o Chequenco), en el sector Curaco de Collipulli, son quienes les quitaron la vida en distintas acciones.

El primero, Pedro Cabrera, fue asesinado el 3 de octubre de 2020, en el “Fundo Agua Buena” ubicado en Ruta R-49, comuna de Collipulli. Ese día, sujetos movilizados en un furgón de color amarillo que había sido robado el día anterior, atacó y quemó un vehículo que transportaba trabajadores.

Fue en ese preciso momento en el que la víctima llegó al lugar en su camioneta y le dispararon con un arma de guerra, causándole la muerte debido a un traumatismo de cráneo por proyectil balístico, el que atravesó el parabrisas de su vehículo impactándole en la cabeza.

Junta de vigilancia

En el caso de Pablo Burgos, un poco más de un mes después del asesinato de Cabrera, el 12 de noviembre de 2020, fue atacado por un grupo de sujetos que irrumpieron en su domicilio, en el sector Surco y Semilla, que se encuentra a la altura del km 12 aproximadamente de la Ruta R49.

La investigación determinó que ingresaron al dormitorio en el cual se encontraba la víctima y le dispararon directamente al cuerpo, perdiendo la vida en el lugar. Pablo Burgos era presidente de la Junta de Vigilancia del sector.

Incautan marihuana

Sin embargo, la Policía de investigaciones no solo detuvo a los presuntos autores del asesinato de ambos hombres, sino encontró además en el lugar un verdadero centro de procesamiento y producción de marihuana, siendo incautados al menos 8 kilos de la droga ya procesada y además, plantas en estado de crecimiento y otras en el proceso de secado, todo en instalaciones para estos efectos, como invernaderos y lugares de almacenamiento.

De los 6 detenidos, sólo se formalizó la investigación de uno de ellos, quedando los otros seis para mañana martes, luego de que se ampliara el plazo de la detención.