Habla testigo de los asesinatos de los tres Carabineros en Cañete
La madre del sujeto a quien le iban a controlar la reclusión nocturna contó que uno de los policías le salvo la vida a su hijo. "Agáchate, tírate al suelo", le habría dicho.
Un equipo de Televisión Nacional de Chile (TVN) accedió al domicilio afuera del cual el Sargento 1º Carlos Cisterna Navarro (QEPD), el Cabo 1º Sergio Arévalo Lobos (QEPD) y el Cabo 1º Misael Vidal Cid (QEPD), habrían sido "ejecutados" por un grupo indeterminado de personas, quienes los emboscaron en la reja de acceso al predio.
Los uniformados debían fiscalizar el cumplimiento de la medida cautelar a la que Carlos Antihuen estaba sujeto, por la cual debía dormir en su domicilio, ubicado a cinco kilómetros del camino que va de Cañete a Tirúa (ruta P-72-S).
El hombre estaba con arresto domiciliario desde el 30 de agosto del 2023, en una causa por posesión, tenencia y porte ilegal de munición. El imputado tenía también antecedentes por infracción a la Ley de Drogas.
La madre de Antihuen aseguró que su hijo no tiene nada que ver con lo sucedido y que incluso, los carabineros asesinados le salvaron la vida. "Mi hijo dijo que la zanja (portón) la dejó abierta para que llegaran y entraran pero según dice, la zanja estaba cerrada. ¿Cómo la cerraron? dice él, ¿cómo va a ser él solo de atacar a tres carabineros?", dijo la mujer a TVN.
.Emboscada
El relato de la madre apunta a que al menos un carabinero se bajó de la camioneta policial blindada, sin embargo, todos habrían descendido, recibiendo disparos en diversas partes de su cuerpo.
Según la investigación preliminar, el portón de la casa fiscalizada fue un impedimento que obligó a los policías a bajar antes de tiempo y verse envueltos en el tiroteo en el cual, habrían salvado la vida de Antihuen.
"Él llora y está desesperado porque jamás había visto una cosa así. No sé si vio o no, porque dice que se le nubló todo, no vio nada más que cuando un carabinero le dijo 'agáchate, tírate al suelo'", agregó la madre del hombre fiscalizado.
Cabe mencionar que desde la emboscada hasta el lugar de incendio del vehículo policial hay 5 kilómetros, traslado que se demora entre 7 y 12 minutos. Según la investigación, el propósito era alterar el sitio del suceso y no dejar evidencias, tales como huellas dactilares, señales de celular, de GPS y las vainillas.