El circo que quedó atrapado y abandonado en Temuco

Desde el 15 de marzo Yolanda Sandoval y su familia se encuentran atrapados en el local de los grandes circos, ubicado en avenida Arturo Prat. El motivo: la pandemia de coronavirus que llegó al país mientras realizaban una gira por todo Chile. Ni pudieron debutar, ni mucho menos generar ingresos para sobrellevar la cuarentena en Temuco. Ahora para sobrevivir deben vender distintas golosinas en la ciudad.

"Todavía estamos como reinventándonos. Estábamos vendiendo frutas y verduras cuando estábamos en cuarentena, llevándola a la casa de la gente. Pero ya ahora como se levantó la cuarentena, toda la gente ya sale a comprar sus cosas. Entonces nos dedicamos a vender palomitas, manzanas confitadas, churros, algodón de azúcar y diferentes cosas que se nos van ocurriendo", explicó María Luisa González, hijastra de Sandoval.

Sobre esto Sandoval comentó que les resultó imposible seguir invirtiendo cuando el gasto era alto y las ventas muy pocas. Por ello recurrieron a vender otros productos.

González además, vende productos como cubrecamas traídos desde Santiago, para generar un ingreso extra. Llevan casi 3 meses sin realizar funciones y dado al contexto actual por la emergencia sanitaria, desconocen hasta cuando se prolongará su estadía en Temuco.

En febrero, el Circo de México Espectacular ofreció su último show sin saber que el próximo se prolongaría por tanto tiempo y quedarían confinados de manera repentina. Los miembros ya se encontraban preparados para el show del 19 de marzo, pero este debió cancelarse tres días antes, lo que provocó "perdidas" para toda la familia.

Aunque al principio se encontraba todo el elenco, poco a poco estos se han ido a sus hogares, dejando un grupo de 12 personas. Hay 3 niños entre 5 y 9 años y una embarazada de 8 meses.

Solos y sin custodia

La familia cirquense reclama ante este desafortunado suceso y dicen que ninguna autoridad ha hecho acto de presencia, ni mucho menos de apoyo a quienes hoy día se encuentran atrapados en casas rodantes. Nadie habla y nadie llega a la zona.

"Solamente vino una asistente social, pero hace tiempo atrás. Ni si quiera se si es asistente social o no, pero vino a vernos y nunca más volvió", comenta Sandoval a la prensa.

Sandoval reiteró que no han recibido ayuda de ninguna autoridad, se mantienen con los dulces que venden y frente a las bajas temperaturas "los niños no salen" y permanecen en las casas calefaccionadas. Esperan que les llegue cualquier ayuda, ya que hoy se encuentran en una situación desesperada.