Fue el director del Hospital Intercultural de Nueva Imperial, Cristian Araneda, quien descartó ayer que el machi Celestino Córdova, que se encuentra en huelga de hambre desde hace más de 75 días, esté en condición crítica debido a la medida de presión que lleva a cabo, para lograr que el Gobierno interceda y cambie el cumplimiento de su condena a su domicilio.

Córdova había sido trasladado durante la noche del miércoles por Gendarmería, desde la cárcel de Temuco, en donde cumple condena por el homicidio del matrimonio Luchsinger-Mackay, hasta el hospital intercultural, en virtud de la autorización que le concedió la Corte de Apelaciones de Temuco, por motivos de salud.

Sin embargo, durante todo el proceso de la huelga de hambre, el machi ha sido monitoreado por su médica personal Leonor Olate, quien señaló a través de redes sociales que luego de la visita al hospital de Nueva Imperial, se evaluó de suma gravedad la situación de salud del machi Celestino Córdova. "Temo por la vida y secuelas permanentes que puedan afectarle de sobrevivir a la huelga. La máxima difusión y solidaridad", manifestó Olate.

Asimismo, ayer la profesional indicó que Córdova estaba en un estado permanente de riesgo cardiovascular con presencia de braquicardia, riesgo de falla renal, un sangrado interno y alteraciones neurológicas.

Aclaración

No obstante, lo señalado por Olate fue desmentido por el director del hospital, quien aseguró que el machi sólo tiene dolores abdominales, aunque agregó que su “estado espiritual” es "vulnerable".

"Está hemodinámicamente estable, afebril, sin requerimiento de oxígeno, está con un leve dolor abdominal pero que no ha requerido administración de medicamentos hasta ahora, pero está un una condición espiritualmente vulnerable", aclaró Araneda.

Desde el hospital también informaron que a Córdova se le realizó un examen PCR y que dio negativo; que está consumiendo infusiones y recibiendo atención medicinal Mapuche.

Cabe recordar que el machi inició su huelga de hambre el pasado 4 de mayo, solicitando una salida "política" al Gobierno, con la sustitución de la pena privativa de libertad que cumple, por un régimen de reclusión domiciliario total en su comunidad. Finalmente, durante estos días ha anunciado que pronto escalaría a una huelga de hambre seca.