Desde las 11:37 de hoy 14 de noviembre, se vivirá en La Araucanía y todo Chile un momento inolvidable, una alineación perfecta entre la tierra, el sol y la luna, el cual podrá ser apreciado en su totalidad en nuestra región. Debido a este fenómeno, distintas autoridades han repartidos lentes certificados para la protección de la vista de la población y con ocasión a ello, AraucaníaDiario consultó a un especialista en oftalmología sobre los daños que pudiera causar mirar el eclipse sin utilizar esta protección.

Al respecto, el oculista Juan Carlos Diaz, advirtió en primer lugar que, dada la situación de pandemia, contagiarse del virus debe ser otra preocupación y otro punto a considerar para evitar las aglomeraciones en torno al evento. Además, explicó que las consecuencias de mirar el eclipse directamente por un tiempo prolongado (30 segundos) son permanentes.

"Son daños fotópicos o asociados a la luz. Cuando alguien mira directamente el sol por periodos prolongados, hay un riesgo de que la radiación solar produzca un daño irreversible a nivel lagrimal, sobre todo en la zona que se llama la mácula, que es la parte central del ojo, con lo cual uno ve el detalle de las cosas", dijo Diaz.

Además, el médico especialista explicó: "Cuando esta exposición es prolongada, el daño que puede dejar es permanente, con una pérdida de la visión central. Por esto es de suma importancia tomar las precauciones respectivas. El daño no es perceptible por la persona, las personas no se van a dar cuenta hasta que posteriormente tengan este menoscabo visual, así que es imperativo que tomen los cuidados respectivos, que son las gafas adecuadas con las certificaciones adecuadas, compradas en comercios establecidos no a nivel informal que no dan garantía de estos productos".

El especialista consideró que es difícil diferenciar cuando los lentes son certificados, por ello recomendó adquirirlos en "lugares, comercios y ópticas establecidas que se deben a la salud visual, a diferencia de otros que se deben a la oportunidad comercial".

"Otro punto importante son los niños, que muchas veces no toman en cuenta esta medida de autocuidado que se les pide. A veces uno puede cuidarse uno y olvidarse de los niños por la emoción del evento, causando que estos no utilicen la protección adecuada y se queden mirando el sol directamente por periodos prolongados, estos son mayores de 30 segundos", advirtió Juan Carlos Díaz.