Cabo 1° Mauricio Isla: “Gracias al ganado caballar y mular se abastece y brinda movilidad a las unidades andinas”

A través de operativos donde ayudó el Ejército, el Gobierno pudo distribuir 2.300 cajas de alimento a personas que viven en lugares de difícil acceso o aisladas en la cordillera de los Andes.

La Región 30/04/2021 Catalina Sánchez Hidalgo Catalina Sánchez Hidalgo
Comandante Mauricio isla
Cabo 1° Mauricio Isla.

A raíz de la pandemia por Covid–19 y debido a que muchas comunas se encuentran en cuarentena total, el Gobierno entregó más de 2.300 cajas de alimentos para ser distribuidas entre la población más vulnerable en la zona cordillerana. Sin embargo, un gran porcentaje de los beneficiarios vivía en lugares prácticamente inaccesibles. Fue entonces que las patrullas montadas del Ejército efectuaron largas jornadas por huellas y senderos para entregar la valiosa ayuda, acción que fue destacada por la comunidad, especialmente por aquellos adultos mayores que estaban solos y con movilidad reducida.

En dicho operativo, participó el Cabo 1° Mauricio Isla L, perteneciente a la Compañía de Ingenieros de Montaña ubicada en el Cuartel N° 2 “Lonquimay” del Destacamento de Montaña Nº 8 “Tucapel”, el cual expresó: “Completar la entrega de todas las cajas fue posible gracias al uso de ganado caballar y mular, con el cual llegamos a sectores remotos donde no pueden acceder vehículos motorizados”. 

El Ejército de Chile siempre ha empleado este tipo de ganado, ya que es fundamental en unidades de montaña que se encuentran desplegadas entre Los Andes y Osorno. Esto se debe a la complejidad del terreno montañoso, propio de nuestra Cordillera de los Andes, donde es preciso transitar en terrenos abruptos con pendientes de 60 o 70 grados, con lluvia o nieve. Mediante este soporte logístico, se abastece y se brinda movilidad a las unidades andinas.

El integrante del Destacamento “Tucapel”, explicó: "El ganado mular es ideal para este tipo de tareas. Llega a la unidad desde distintos criaderos del Ejército cuando cumplen entre tres o cuatro años y desde ahí, comienza un trabajo prácticamente desde cero, donde se rompe la barrera de la desconfianza y se van acostumbrando a la presencia humana, para luego pasar al uso de sillas de montar y atalaje".

"También es importante destacar todos los cuidados relacionados al aseo y alimentación de los animales, para que estén en las mejores condiciones para cada una de las misiones encomendadas. Se trata de un animal fiel que nunca lo dejará botado en la montaña", dijo el cabo del Ejército. 

Hoy, con una amplia experiencia en materia de Ingenieros y Montaña, el Cabo 1° Isla quiere continuar aportando al Ejército, para lo cual, seguirá especializándose en montaña, porque según mencionó: “La cordillera nos enseña todos los días algo nuevo y el militar junto al ganado mular debe estar siempre preparado para lo imprevisto. No se trata de algo del pasado, sino de una función completamente útil y actual”.  

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