
Francisco Huenchumilla Jaramillo, Senador de la República.
Richard J Kouyoumdjian Inglis, Vicepresidente de AthenaLab.
Opinión14/05/2024El tema de que tipo de justicia merecen los militares es uno de los temas que actualmente se discuten en el ámbito político. Cuando a la izquierda se le menciona justicia militar recuerdan la que opero hace 50 años atrás durante el gobierno militar, se bloquea mentalmente y se niega a considerar su incorporación como parte del proyecto de ley que busca regular las reglas de uso de la fuerza (RUF). Es verdad que la justicia militar en el pasado no estuvo a la altura de las circunstancias, pero la que existe hoy en día es muy distinta la que opero en esa época.
La justicia militar considera jueces y fiscales de primera instancia que pertenecen a las fuerzas armadas, pero por sobre ellos están las cortes marciales, las que están integradas por dos oficiales generales y dos ministros de corte de apelaciones. Uno de los ministros preside y además tiene el voto dirimente en caso de empate. Las cortes marciales reportan a la Corte Suprema, quienes las supervisa tanto en su operación como en sus fallos. Es decir, la justicia militar, que tiene la ventaja de incorporar la especialización propia de lo que se hace en el mundo militar, es parte de la organización judicial chilena y no se manda sola. El hecho de que sea supervisada y parte del sistema debería ser garantía de seguridad jurídica y debido proceso.
La justicia militar no es perfecta, funciona a la antigua y se vería mejorada si se le incorporan algunas practicas que la Reforma Procesal Penal trajo a la justicia ordinaria, que dicho sea de paso falla producto de no conocer el mundo militar y policial, lo que es más grave aun cuando cae en manos de fiscales y jueces que se dejan llevar por sus ideas progresistas, o bien claramente son del tipo activistas, aprovechándose de su investidura para neutralizar el accionar de quienes han jurado entregar su vida en defensa de la patria y de los chilenos, al punto que el enemigo al que mas temen los uniformados es el Ministerio Publico y los tribunales.
Si tanto molesta a algunos el concepto de justicia militar, reemplácenlo por una justicia ordinaria militar – policial especializada tal como existe para temas ambientales, de familia, y otras más. A los militares y policías de hoy y de ayer les debemos por su servicio la garantía de justicia y debido proceso, que es algo que también afecta a los soldados del 73.
Sin ir más allá, hay 13 que pueden terminar sus días en la cárcel por un caso del Húsares de Angol, un caso ya juzgado y con responsable confeso, que se reabrió en Piñera 1. Dos de ellos tuvieron participación directa, pero solo eran soldados cumpliendo órdenes. Los otros once solo por ser militares del Húsares, por lo que se espera prime la lógica en instancias superiores del sistema de justicia, la que puede ser ciega, pero justa debiera ser, como lo fue finalmente con quien mató a un ladrón en 2022 en Villa Alemana, y que fue absuelto a pesar de que el fiscal pedía 15 años.
Francisco Huenchumilla Jaramillo, Senador de la República.
Por Alejandra Parra Muñoz, Master en Planificación de la Universidad de Otago, Bióloga en Gestión de Recursos Naturales, co-fundadora de la Red de Acción por los Derechos Ambientales RADA.
Ricardo Barría Dillems, ingeniero comercial, magister en comunicación. Editor de AraucaniaDiario, miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Desde el gremio criticaron fuertemente los dichos del secretario de Estado en una de las peores crisis del agro en las últimas décadas.
Esteban Valenzuela, Ministro de Agricultura.
Francisco Huenchumilla Jaramillo, Senador de La República.
Víctor Albornoz, quien trabaja en la Universidad de La Frontera, fue formalizado ayer, tras ser detenido por la PDI el viernes pasado en la ciudad de Temuco.
De acuerdo a un audio de Héctor Troncoso con su abogado, ni siquiera habría recibido alimentación en los últimos 6 días. Hoy debiera finalizar su formalización.
Entre las conductas reconocidas se incluyen besos forzados, tocaciones en zonas íntimas, desabroche de prendas y comentarios de connotación sexual.
El comerciante Alejandro Olivares Pino fue denunciado por la institución voluntaria, luego de cobrar facturas y boletas presuntamente falsas.
Ricardo Toro era acusado de haberle adjudicado licitaciones a una empresa con lazos con su antigua empleadora. Se realizará una investigación para recabar más antecedentes.