La educación a distancia en una de las regiones más pobres de Chile

Cambiar la forma de impartir clases, ha implicado una lucha constante con las distintas dificultades de los estudiantes y sus representantes que van desde el acceso al Internet, la disponibilidad de computadores, hasta tener que adaptar los horarios de los docentes con los de los padres. A esto se suma el tener que adaptarse a nuevas tecnologías y reducir los contenidos escolares para garantizar un mejor aprendizaje.

La Región 08/07/2020 Yuliana Montiel Yuliana Montiel
Estudio en la casa
Estudio en la casa

Desde marzo de este año, cuando el Presidente Sebastián Piñera anunció la suspensión de clases presenciales en todos los colegios del país, como medida de prevención para detener la propagación del coronavirus, las escuelas y colegios en Chile han estado cerrados, obligando a sus directores, profesores y personal de apoyo a buscar estrategias para seguir con las clases, pero de manera no presencial.

Esta suspensión ha obligado a las instituciones educativas, tanto municipales como privadas, a reinventarse para continuar con las actividades académicas, considerando las circunstancias actuales del país. Es por ello que miles de educadores de jardines infantiles, educación básica, media y universidades, entre otras instituciones, se han visto obligadas a adoptar el modelo de educación virtual y a distancia.

Al respecto, algunos de estos docentes de educación básica contaron a AraucaníaDiario cuáles son las dificultades de este modelo educativo, en una las regiones más pobres de Chile y donde la ruralidad es muy alta.

Llegar a los niños

Aunque consideran que el aprendizaje se esta logrando en cada uno de los alumnos, también dieron a conocer cuales han sido las dificultades que enfrentan en su día a día para poder cumplir con los objetivos de la institución educativa, frente a escenarios donde muchos de estos niños no cuentan con los recursos necesarios para poder presenciar las clases "en línea".

"Hay que considerar que nuestros alumnos son de un sector vulnerable y a pesar de que hemos hechos diferentes cosas y formas para llegar a ellos, como abrir una página web, la creación de un Facebook institucional, grupos de Whatsapp, tener un canal en Youtube, para que ellos tuvieran una mayor accesibilidad, las redes móviles que ellos tienen son precarias, entonces de repente nosotros estamos haciendo una de las clases y se les cae la señal", comenta el docente Juan Gajardo, de la escuela particular Luis Cruz de Temuco.

Respecto al aprendizaje de los niños, Gajardo indica que percibe que los alumnos aprenden al encontrarse "motivados". Explica que esto se debe a que algunos de ellos se encuentran "agobiados en la casa, y  que tengan un apoyo desde afuera hace que se incentiven de diferentes formas".

Los retos para el docente

Para Gajardo, el mayor reto que la educación a distancia implica para el docente es la preparación del material digital. "Específicamente, trabajar con plataformas que son más tecnológicas. Esto ha sido el mayor reto, porque los equipos que nosotros teníamos son básicos y trabajar ahora con presentaciones en video, PDF, grabaciones en foro, hace que nuestros equipos queden como obsoletos", dice el profesor.

"Para todos nosotros ha sido algo super complicado porque sin estar en el aula se trata de abarcar la misma cantidad de niños a través de videollamadas y trabajos por Zoom. Entonces, también está el tema de la tecnología, porque se busca siempre la mejor estrategia y hacer una videollamada por 40 minutos a cada niño es un tema complejo, por el tema del hacinamiento que tienen algunos de los niños. Vamos como un 70-80% en esa búsqueda de una metodología efectiva", comenta Soledad Martínez, profesora de educación básica de la misma escuela.

De acuerdo con Martínez, quien tiene un magister en educación diferencial, otra de las dificultades que enfrentan los profesores es adaptar sus propias responsabilidades familiares a las responsabilidades con el centro de educación y la de los representantes de los niños. "Se trata de adaptar los horarios para realizar una clase "bien, pero sin molestar, lo cual cuesta un poco"", dice la profesora.

Una dificultad con la que concuerda Marianela Cerda, directora de la Escuela Ambrosio O'Higgins de Padre Las Casas. "Nosotros hemos tenido que adecuar los horarios que tienen los apoderados, porque muchos de ellos no tienen celulares disponibles para los horarios que generalmente uno se podría comunicar con los niños. Algunos están en sus trabajos, por lo tanto recién uno puede comunicarse como a las 6 de la tarde, los fines de semanas", cuenta Marianela.

"Hay apoderados que no tienen Whatsapp, por lo tanto se tiene que entregar la información a través de mensajes de texto y responder a través del mismo medio lo que uno quiera consultar o la preocupación que se tiene referente a los niños", agrega la directora.

Marianela cuenta que cuando no hay posibilidad de comunicarse, se solicita al profesor jefe, solicitar en qué etapa de su aprendizaje, en que parte del trabajo que se le ha entregado está y si ha tenido dificultad. "Esa es la manera en que nosotros estamos trabajando, algunos también están trabajando a través de correo electrónico", acota la directora.

Menos información mejor aprendizaje

Aunque el proceso de adaptación a la educación a distancia con el uso de tecnologías representa una dificultad para muchos docentes y adaptarse a él puede resultar traumático, existe otro problema ajeno a esta población, las instituciones del Ministerio de Educación, donde no estaban listos para un fenómeno como el coronavirus; lo cual ha obligado a esta institución y a los educadores a tener que disminuir el contenido escolar, para lograr un mejor aprendizaje en los niños. "Nosotros como escuela estamos abarcando lo más posible porque nuestros niños son de contextos más vulnerables", cuenta Martínez.

"Estamos revisando el curriculum y llevando lo que más se pueda a sus casas a través de videollamada, cuadernillos que vamos a dejar en terreno, estamos llamando a los apoderados periódicamente para saber como va el avance de los niños en el aprendizaje, entonces nosotros como escuela estamos dando efectivamente los contenidos de manera que los niños puedan llegar a un aprendizaje significativo, en lo que se puede en esta pandemia, porque no podemos entregar el 100%", explica la directora.

Por su parte, Gajardo comenta: "nosotros al principio creíamos que íbamos a ser capaces de entregar los mismos conocimientos que se entregaban en el aula, pero siendo más realistas hemos tenido que quitarle a lo que entre comillas el ministerio nos propuso. Los conocimientos han sido más relajados para que ellos entiendan a la final".

Desmotivación del estudiante

Debido al constante encierro de los niños en el hogar, algunos de los educadores han puesto en marcha distintas alternativas para evitar la desmotivación del alumno hacia el aprendizaje. "Hemos grabado videos para mandarles saludos, tenemos una psicóloga que está pendiente de ellos viendo el tema del encierro y siempre tratamos de escuchar lo que ellos nos comentan para darle un aliento positivo, diciéndoles que esta pandemia va a pasar y que la escuela siempre va a estar para ellos", indica Soledad Martínez.

"Nosotros hacemos clases todos los días con nuestros alumnos, desde la mañana y terminamos en la noche, porque muchos de nuestros alumnos están esperando estas clases y uno no los puede dejar tampoco como de lado", termina diciendo Gajardo.

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