La matrona que atiende a 42 embarazadas a domicilio en Curarrehue

La pandemia por coronavirus ha generado preocupación por los grupos de mayor riesgo como adultos mayores, enfermos crónicos, niños y embarazadas. Ante esto, la matrona encargada del Programa de la Mujer, explicó a AraucaníaDiario cómo ha sido la labor de atender a más de 40 embarazadas, el control de díadas materno infantil, así como la atención de urgencia de los sectores rurales de la comuna.

La Región10/07/2020Yuliana MontielYuliana Montiel
Atención a domicilio en zonas rurales.
Atención a domicilio en zonas rurales.

Curarrehue es una de las pocas comunas de La Araucanía donde la pandemia por coronavirus parece estar controlada, de hecho desde hace más de 3 meses no ha registrado nuevos contagios y autoridades consideran que una de las razones de esta favorable situación, es que se encuentra conformado por muchos sectores rurales, además de las distintas medidas sanitarias que se han implementado en toda la región.

Junto con esto, una de las estrategias que se ha llevado a cabo desde el Servicio de Salud Araucanía Sur, es la atención médica que recibe la población directamente en sus domicilios, para disminuir el riesgo de contagio y garantizar la atención que cada paciente requiera. Al respecto, AraucaníaDiario entrevistó a Paola Rodriguez, matrona encargada del Programa de la Mujer en Curarrehue, sobre las labores que cumple de atender a 42 embarazadas de las cuales casi la mitad habitan en zonas rurales.

"En pandemia nosotros estamos focalizados principalmente en las embarazadas y en las diadas, que es cuando esta el bebé recién nacido con la mamá; y son 42 mujeres a las que se atienden. En promedio, lo que vemos en el día pueden ser 6 pacientes, que es nada en comparación con lo que hacíamos antes, pero es porque todas las atenciones las hacemos en domicilio, nosotros vamos a la casa del paciente a verlo, ya sea en los lugares más lejanos  hasta los sectores más cercanos", contó Rodríguez.

De acuerdo con la encargada del programa, estas atenciones iniciaron desde el comienzo de la pandemia, donde se realizan controles prenatales, obstétricos, entrega de leche, vacunación y medicamentos; así como la toma de muestras de sangre para que estas sean procesadas. Aunque actualmente son 42 los embarazos que atienden, estas no son las únicas pacientes que reciben atención por parte del servicio.

"La población de Curarrehue son 7 mil y algo y la población de mujeres entre 25 y 64 años es al rededor de 2.500, que es el grupo de la principal edad que atendemos o que tenemos más focalizado, pero hay que considerar, más de la mitad es mujer que se atiende a en todo el ciclo vital, desde la adolescencia, embarazo y todo lo demás (...) Aunque son entre 25 y 30 embarazadas semanales a las que atendemos, también está el control de diadas materno infantil, y a esto hay que sumar que atendemos consultas de urgencia", agregó la matrona.

Falta de recursos

Según la profesional, la atención a domicilio tiene aspectos positivos porque permite conocer la situación de cada una de las embarazadas. "Se donde viven, con quien viven y uno puede entender mucha más cada situación, datos que en una situación normal no nos da el tiempo (...) lo que sí tendría como negativo es que también hemos tenido que estar bastante en contacto con las pacientes, lo que hace que no haya límites en el tiempo, ni horario, ni días de descanso, ni posibilidades de estar enfermo o con licencia, la gente te habla igual", dijo Rodríguez.

Atención domiciliaria en zonas rurales.
Para la matrona, la dificultad de este tipo de atención es la falta de recursos, sobre todo de personal. Actualmente, son solo 2 las matronas que atienden a esta población. "Nosotros deberíamos ser más matronas, o tal vez si tuviéramos más vehículo, más infraestructura, Además, está el tema de que nosotros no tenemos para mandar a hacer ecografías en el consultorio", indicó la profesional.

Aislamiento

De acuerdo con la matrona, el programa de atención domiciliaria se realizó para que tanto embarazadas como las parturientas no tengan que salir de sus hogares, disminuyendo la posibilidad de contagio al evitar el contacto interpersonal con las díadas (dos seres unidos).

Al respecto Paola Rodríguez indicó que el aislamiento de estos pacientes no ha sido visto como algo negativo, "porque son personas que viven en zonas rurales, son personas que viven mayormente en el campo con difícil acceso y los que hacen trámite en la ciudad son pocos, es un solo miembro el que sale, por lo que no han notado mucho la diferencia".

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