Una gran expectativa había al exterior de la cárcel de Temuco, así como afuera de la Policía de Investigaciones PDI, luego de que comenzara a llegar gente a manifestarse, apenas se conoció el veredicto de la Corte de Apelaciones que revocó la decisión del juez de garantía Federico Gutiérrez, quien no había aceptado dejar con la medida de prisión preventiva al único imputado por la violación de la joven universitaria Antonia Barra, Martin Pradenas.

Gutiérrez había aceptado la tesis del abogado defensor de Pradenas, Gaspar Calderón, quien insistió durante la discusión de las medidas cautelares que su cliente no era ni un peligro para la sociedad, ni para la investigación. Sin embargo y luego de los alegatos del día de ayer, la Corte de Apelaciones de Temuco aclaró que el imputado sí lo era. Que la libertad de Pradenas sí ponía en riesgo la investigación y que era un peligro para la sociedad.

Por lo mismo se decretó en su contra la prisión preventiva y de inmediato la PDI lo fue a buscar, de manera que ya a las 14.00 horas Pradenas salía de su domicilio esposado, con una mascarilla y la capucha de su polerón cubriendo su cabeza. 

Sin embargo y a diferencia de lo que pensaba la gente, el formalizado por la violación de Antonia Barra nunca llegó al cuartel de la PDI, si no que según informó Radio Biobio, fue mantenido en otro recinto de la Policía de Investigaciones, desde donde fue trasladado fuera de la región.

Según los antecedentes, Pradenas habría llegado hasta el complejo penitenciario Llancahue en Valdivia, región de Los Ríos, donde siguiendo el protocolo del Departamento de Salud Institucional, debido a la pandemia del COVID-19, se mantendrá en aislamiento preventivo durante 14 días.

Al respecto del cambio repentino del destino del imputado, comunicaciones de la Fiscalía aclaró que esta institución no tuvo ninguna participación en esta decisión. "Es un tema que ve Gendarmería, ellos deben determinar en qué penal deberá permanecer", indicaron.

En relación a las manifestaciones, éstas se mantuvieron sin mayores alteraciones, aunque en a intersección de avenida Arturo Prat con Miraflores, algunos manifestantes prendieron una fogata, lo que fue controlado por las mismas manifestantes mujeres, quienes evitaron que siguieran prendiendo el fuego. Pasado las 20.00 horas el público disminuyó y para el toque de queda ya no quedaba nadie.