Imputados por secuestro y homicidio vinculan armas robadas por los mecánicos con asesinato del carabinero Francisco Benavides

Las armas habrían sido escondidas en la propiedad de María Ancalaf y luego de ser encontradas por los mecánicos, vendidas en el Bajo Malleco. Implicados narran la crueldad con que ambos hombres fueron torturados y uno asesinado.

La Región 23/06/2021 Equipo AraucaniaDiario Equipo AraucaniaDiario
Asesinato sargento Francisco Benavides
Asesinato sargento Francisco Benavides

Varias horas han pasado desde que fueron formalizados los 12 imputados por el secuestro y tortura de dos mecánicos en el sector rural de Collipulli, así como por el asesinato de uno de ellos, quien además fue descuartizado e incinerado, para luego arrojar sus restos a un río cercano. Una historia difícil de comprender e inusual tanto en los hechos, como en el motivo que habrían tenido los presuntos autores de los crímenes que se investigarán.

Sin embargo, fue gracias a la declaración voluntaria de dos de los implicados que los hechos se comenzaron a dilucidar. Ambos decidieron entregarse apenas había comenzado la investigación, luego de que el mecánico que logró escapar, a quienes ellos mismos llaman el "Jani", diera aviso a carabineros y los comenzaran a buscar.

La Tercera PM accedió a las declaraciones de estos dos imputados, quienes relataron a los investigadores del Ministerio Público cómo se fraguó el secuestro y cómo terminó en un homicidio. Ambos coinciden en que fue el 2 de junio cuando se enteraron de que a la familia de María Ancalaf le habían robado dos armas y algunas plantas de marihuana.

Cuando íbamos llegando venía llegando también la señora María (Ancalaf) con la Julieta (Pérez) y Richi y dijeron que venían de donde ‘Cacharra’ (mecánico asesinado de 46 años) y que él les había dicho que fue ‘el Jani’ (mecánico que logró huir) el que les robó la marihuana y las armas”, comenzó explicando uno de los imputados, que relató el caso ante la fiscalía.

Según explicaron los implicados, fue con esa información que el grupo decidió llamar al mecánico, “El Jani” y hacerle creer que uno de los vehículos que tenían estaba malo, de manera que pudieran traerlo y lograr que devolviera las armas y la droga.

Primer secuestro

Así, uno de los imputados pasó a buscar al mecánico más joven (28 años), al "Jani" y lo llevó al lugar donde estaba todo el grupo. Ahí lo estaban esperando, en el camino San Andrés, kilómetro 11, en Collipulli.

Veo que se baja el cabro y en ese momento el Cristofer le pega un cachazo en la cabeza, el Mansilla le pega un palo que pasó rozando e incluso pegó en el auto, y ahí la cabra (Julieta) le tiró el hachazo en la cabeza, pero como con el filo de lado, ya que si se lo hubiese pegado de frente lo mataba”, detalló a los fiscales uno de los implicados.

Luego, el grupo lo llevó a un galpón, donde comenzó el interrogatorio, relata La Tercera PM. “Lo agarraron y la Julieta (hija de María Ancalaf) dice que lo lleven a una bodega; en eso sale la María (Ancalaf) de su casa y les dijo ‘llévenlo pa’ la bodega de atrás’. Ahí llegó el Richy y lo amarraron con unos lazos junto con el Cristofer, y lo llevaron a la rastra para la bodega. Me acuerdo que el cabro iba gritando, y ahí echó a la balanza altiro al ‘Cacharra’”, detalló otro de los testigos.

Río cercano al lugar del secuestro

“El Cacharra” era el otro mecánico y quien, según los datos entregados por los detenidos, había sido el primero en “vender” al “Jani”. Ahora, los roles se invertían y era este último quien delataba por el presunto robo de armas a su compañero, quien terminaría finalmente asesinado, descuartizado y con sus restos tirados a un río.

Julieta

Pero, antes -según los testimonios-, decidieron “apretar” un poco más al joven mecánico de 28 años. “Llegaron a la bodega y ahí empezaron a pegarle, Cristofer se arrebató pegándole, el Mansilla le daba patás y combos, la Julieta también le dio unas patadas y en ese momento le pone una puñalá en la pierna izquierda con un cuchillo de cocina grande”, contó otro de los imputados.

Me dijeron: sabís con quién te estás metiendo, nosotros tenemos cualquier poder; luego de esto, descubrieron sus rostros y me di cuenta que estaba la Julieta. Esta me cortó el dedo chico del pie con una cuchilla y también me apuñaló la pierna. Igual vi al Nacho, se sumó el Richy y otros tres sujetos que hasta ese momento no reconocí”, reató el mecánico que logró huir al Ministerio Público.

Todo esto ocurría en la propiedad de María Ancalaf, pero luego decidieron trasladar al mecánico secuestrado. Lo llevaron al campo de “Cristofer” en un automóvil Volkswagen Golf. Allá armaron una especie de “choza”, donde siguieron con el interrogatorio, pero “Jani” comenzó a presentar cambios de temperatura y problemas respiratorios. El otro día fue de “recuperación” para la víctima. Le dieron remedios y le cambiaron de ropa, junto con darle abrigo y ponerlo junto al fuego.

Contacto con familiares

Según relató un familiar del mecánico de 28 años, en paralelo, se había comunicado directamente con María Ancalaf, para saber qué había pasado con el joven. De acuerdo a esta declaración, Ancalaf le dijo: “Qué bueno que vino usted, aquí está, pero lo tienen en otro lado, se perdió un arma y por eso lo tenemos acá, le dimos la confianza, se veía un buen cabro, no hallo qué hacer con él, hasta que aparezca el arma no va a salir de acá, pero está bien, yo no sé si será él, pero quizás otros andan usándolas”.

Según la investigación del Ministerio Público, al pasar los días María Ancalaf comenzó a tener un rol más protagónico en el secuestro. Llegó hasta el campo donde estaba la víctima y le preguntó por qué había robado las armas, a lo que “Jani” le respondió que él no las tenía. Entonces, la mujer le dijo que el “Cacharra” lo había vendido a él y que ella le creía. Entonces, otro de los miembros del grupo dijo: “Entonces hay que traerlo”.

Segundo secuestro

El resto del grupo se activó y a bordo de un vehículo que llamaban “la joya”, decidieron ir por el “Cacharra”, el mecánico de 46 años que había inculpado a "Jani".

Llegamos al campo, el Richy y el “Jani” bajaron al “Cacharra” de la camioneta. (…) y tiraron al “Cacharra” dentro de la ruka (...). Le sacaron la ropa, y en eso la Julieta agarra un alicate tipo pinza de color amarillo, el viejo tenía la boca abierta”, relató otro de los testigos, señalando que le había sacado unos dientes.

Luego de eso la Julieta le cortaría también la oreja, según consta en la investigación respecto de las sesiones de tortura que hubo en contra de este mecánico. Luego vendrían otras vejaciones aún más graves: electricidad, desnudamiento, sumersiones en agua fría y abuso sexual. Todo, relatado por algunas de las personas que habrían presenciado estos actos y según consta en sus declaraciones judiciales.

Huída y asesinato

Peñi, peñi, peñi, se arrancó el Jani”. El grito de alerta era del “Cacharra”, quien al despertar en la madrugada vio que su compañero de cautiverio no estaba. Era el fin de todo.

El Cristofer se enojó, pescó un palo y empezó a apalear al “Cacharra” y le gritaba ‘pa’ qué lo soltaste’ (...). Cuando volví a la choza “Cacharra” ya estaba muerto, estaba como sentado afirmado en la carpa, pero no se movía, y estaban el Cristofer y la Julieta, y el Cristofer me dice que lo mató, que “Cacharra” le había pedido agua y él tomó una caja de vino que estaba a la mitad y se la puso en la boca y se la apretó y como le entró aire y vino se ahogó y después de decirme eso le pegó un palo y le dijo ‘despierta chuchatumare’”, relató uno de los implicados.

Restos humeantes de fogata en lugar del secuestro

Ya con uno de los secuestrados que había escapado y el otro muerto, decidieron huir, pero antes hacer desaparecer el cuerpo del malogrado mecánico, para lo cual decidieron descuartizarlo y quemarlo.

El Cristofer dice que había que quemarlo. Yo empecé a juntar leña nomás. El Mansilla y el Cristofer fueron los que llevaron las partes al fuego para quemarlas, pero no vi cómo lo hicieron. En eso estuvo el Mansilla toda la noche de ese día en el fuego quemando las partes del ‘Cacharra’”, aseguró uno de los imputados.

Finalmente, según confesaron, parte del cuerpo del “Cacharra” fue lanzado al río y los imputados comenzaron su escape, hasta llegar a Vilcún y a Temuco. Fue ahí donde dos de ellos decidieron entregarse y contar todo a la fiscalía.

Sargento Francisco Benavides

Uno de los imputados que está cooperando dijo qué fue lo que el “Jani” sabía y les dijo antes de escapar. Acá aparece el supuesto vínculo del caso con el homicidio del sargento de Carabineros Francisco Benavides.

Quiero decir que respecto de las armas, el ‘Jani’ nos dijo que desde la muerte del carabinero, él, el Chelelo, el Cayao, el Veneno y el Alan vieron cuando escondieron las armas en un alcantarillado a orilla del canal, atrás de la casa de la María Ancalaf, y que las habrían escondido la Julieta y Richi", dijo el imputado.

"Que habrían estado recorriendo el sector como tres meses para poder encontrar las armas y droga para robárselas, hasta que las encontraron. Y nos dijo que las armas se las vendieron al tío del Chelelo y al abuelo, que ahí estaban las armas, esto acá en el Bajo Malleco”, dijo el imputado antes de cerrar su declaración.

Secuestro y asesinato en Collipulli - imágenes TVN AraucaníaCómo sucedieron los hechos del doble secuestro y homicidio de Collipulli según la fiscalía
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