Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
Carolina Araya, directora carrera de Derecho, Universidad de Las Américas, Sede Concepción.
Felipe Kast, Senador de La República.
Opinión26/03/2022Catalina Sánchez HidalgoEl terror en La Araucanía no da tregua. Es para todos conocido los recientes ataques que sufrió la ministra del Interior, Izkia Siches, y en el último tiempo hemos sido testigos de los numerosos atentados incendiarios, el tráfico de drogas, el incremento del robo de madera y los actos cobardes donde resultó herida la pequeña Monserrat o aquellos que terminaron con la vida de civiles y miembros de fuerzas policiales, como fueron los casos de Juan Barrios, Pedro Cabrera, Eugenio Nain y Luis Morales.
Para enfrentar estos hechos, lo primero que debemos hacer es reconocer que lo que tenemos al frente es terrorismo. El problema es que, amparándose en que la definición no está exenta de controversias y que esto solo se trata de delincuencia común, hay sectores de izquierda que han sido incapaces de categorizar los ataques como terrorismo y con eso han impedido que, como sociedad, nos hagamos cargo del problema.
Sin embargo, hay elementos comunes que nos ayudan a distinguir conductas terroristas de aquellas asociadas a la delincuencia común. Por ejemplo, la conducta terrorista contiene al menos las siguientes características: i) el uso de la violencia (ataques incendiarios, intimidación, amenazas y asesinatos de civiles y autoridades policiales); ii) la aplicación del terror (incendio a camiones, maquinarias, predios, iglesias, edificios públicos y amenazas a la población y autoridades para forzar decisiones); iii) la adjudicación de los actos (lienzos y panfletos con mensajes de la organización a la cual pertenecen reivindicando los hechos, haciendo alusión a una causa); iv) las acciones planificadas y mediatizadas (divulgan sus acciones por cualquier medio de comunicación disponible para legitimar la causa que defienden); v) una fuente ideológica definida (abolir el sistema capitalista, atacar a la Iglesia, fracturar las instituciones imperantes, promover el control, autonomía y resistencia territorial).
Todos estos elementos están presentes en los grupos armados que actúan en La Araucanía, llámese Coordinadora Arauco Malleco, Weichan Auka Mapu o La Resistencia Mapuche Lafkenche, y que dicen representar tramposamente las demandas legítimas del pueblo mapuche (que es tremendamente maravilloso).
Excusarse en definiciones ambiguas para hacer caso omiso al problema que enfrentamos, no solo es un ataque tremendo a nuestro sistema democrático, sino también una falta gravísima a la dignidad humana por parte de las autoridades electas que han preferido la ideología por sobre la realidad.
Cabe recordar al gran intelectual español Fernando Savater, quien ha sido una de las voces más firmes contra el terrorismo de ETA: «Es indecente que, tras cada atentado, los mismos que dicen que la violencia terrorista es inaceptable nos recuerden que sin embargo existe un conflicto político. Una de dos: o el conflicto justifica la violencia (tesis de los violentos) o el uso de la violencia es el verdadero conflicto vasco que hay que resolver (tesis de los demócratas). El equilibrismo entre lo uno y lo otro no es un número del Cirque du Soleil sino un brindis al sol».
¿Cuándo vamos a entender que no hay nada heroico ni legítimo en las conductas que utilizan la intimidación y el terror en la ciudadanía?
La clase política debe condenar a cualquier persona o grupo que emplee medios violentos para materializar sus fines, puesto que están desconociendo el respeto a los derechos humanos y atentan contra las bases democráticas de nuestra sociedad. Hay que decirlo con todas sus letras sin condescendencia: la violencia en el sur del país es terrorismo. Y si la izquierda sigue con su cobardía, escondiendo o incluso justificando esta realidad, va a ser imposible vivir en paz.
Carolina Araya, directora carrera de Derecho, Universidad de Las Américas, Sede Concepción.
Vicente Painel Seguel, investigador, profesor y licenciado en Filosofía de la Universidad de Chile y magíster en Historia.
Ricardo Barría Dillems, ingeniero comercial, magister en comunicación. Editor de AraucaniaDiario, miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Felipe Martínez Reyes. administrador público y psicoeducador. Consejero regional de La Araucanía.
Ricardo Barría Dillems, ingeniero comercial, magister en comunicación. Editor de AraucaniaDiario, miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Lissy Cerda Muñoz, directora regional Senda Araucanía.
La ceremonia de reconoció a los alcaldes y alcaldesas con tres periodos en ejercicio y 12 años de trabajo comunitario en las 32 comunas de la región.
El exdiputado y exalcalde de Temuco recorrió distintos bandejones acompañado de feriantes y dirigentes de las organizaciones del sector que lo apoyan.
Tuvieron que buscar justicia afuera, luego ser condenados por integrar el Consejo de Todas Las Tierras y crear la bandera mapuche.
En 2018 el exrector Sergio Bravo entregó su gestión con un superávit de más de $ 1.000 millones. Hoy la deuda alcanza los 40 mil millones.
Pese a que Saffirio dice que es "mentira" que está siendo investigado por los sueldos pagados a su pareja con recursos del Congreso, varios ya han ido a declarar.