Christian Dulansky y el desafío constitucional: “Tenemos la responsabilidad de construir un Chile más justo”

Entrevistas27/02/2023Equipo AraucaniaDiarioEquipo AraucaniaDiario
Cristian Dulansky
Cristian Dulansky

El 7 de mayo se elegirán a los consejeros constitucionales que tendrán otra oportunidad de escribir una Nueva Constitución. Christian Dulansky Araya, abogado y militante de Convergencia Social, es una de las cartas que se medirá en el balotaje.

En conversación con el candidato, manifestó: “Trabajaremos firmemente para que la Carta magna consagre, reconozca y garantice la dignidad de las personas”. Junto con ello, abordó las principales ideas que toman fuerza en su campaña: la necesidad de establecer un Estado Social y Democrático de Derecho, que contemple y garantice efectivamente derechos sociales y colectivos, en el marco de una democracia inclusiva y paritaria; y, que descentralice entregando realmente más poder a las regiones y comunas de nuestro país.

Antes que todo, ¿Por qué decidió participar en este proceso?
He decidido participar en este proceso porque es la oportunidad que nos está dando la ciudadanía de nuestro país, para poder construir una nueva arquitectura política que dé cuenta de un Chile más justo, más inclusivo y más democrático. En donde, efectivamente, cada uno de los derechos humanos se respeten desde el nacimiento hasta el último momento de vida de las personas. Asimismo, pertenezco a un proyecto político integrado en su mayoría por jóvenes que me han solicitado representar ideas colectivas. 

¿Qué le ha dicho su familia?
Con mi familia hemos hablado mucho de la relevancia que tiene participar en este proceso, con el objeto de dejar nuestra huella en la construcción de una sociedad más democrática y justa. Estamos convencidos de que podremos llevar la voz de todos y todas en este momento histórico.
A varios días de la elección ¿Cómo ve el panorama con la centroizquierda dividida?
Sabemos que esta es una elección compleja y competitiva. Nosotros abogamos por la mayor unidad, incluso más allá de las fuerzas oficialistas, desde la DC hasta el Frente Amplio. 
Tenemos una agenda de transformaciones que pretenden generar cambios significativos en el desarrollo de la vida de las personas, que vivan con libertad, dignidad e igualdad, superando las actuales injusticias y desigualdades que abren las brechas de la pobreza y la exclusión en todo ámbito: política, social y económica. Esto al parecer inhibió a quienes han creado mayores compromisos o intereses con el status quo. Pero, tenemos la convicción de construir mayorías democráticas, tenemos la responsabilidad de construir un Chile más justo, y nos pondremos a disposición del diálogo y de quienes tengan el compromiso de generar acuerdos para Chile y sus habitantes.

Pero en esta Región, la derecha ha tenido un mejor rendimiento electoral y los resultados del Rechazo (4/Sept.) confirmaron la tendencia ¿Como se enfrenta este escenario?
La próxima elección de mayo no es posible comparar con otras anteriores, a partir de esta elección tendremos sufragio obligatorio con inscripción automática, esto, por una parte, le dará mayor legitimidad al proceso, lo cual nos parece importante, y por cierto, también algo de incertidumbre en los resultados. Nosotros representamos un esfuerzo colectivo, dentro de la mayor unidad histórica que se ha construido en pos de reales cambios al sistema político y económico, es decir, la alianza entre los partidos de Apruebo Dignidad (Frente Amplio, FRVS, PC, entre otros) y el Partido Socialista. Pensamos que las personas quieren cambios que consagren, por sobre muchas cosas, la dignidad de las personas. Por eso, trabajaremos firmemente para que la Nueva Constitución consagre, reconozca y garantice la dignidad de las personas.
¿Cuál es su opinión respecto del trabajo que realizó la Convención anterior? ¿y de la propuesta que presentó?
Es sabido que existieron varias críticas a la propuesta presentada por la anterior Convención en algunos temas, además de la forma en que se elaboró la misma y hacemos la reflexión con humildad y autocrítica de dicho proceso, pero creemos que también habían muchos elementos positivos que debemos rescatar por tratarse de un proceso democrático, representativo y participativo, que incluso recogió la discusión ciudadana a partir de la convocatoria que se realizó durante el mandato de Michelle Bachelet. Por tanto, este proceso se diferencia en que no es una discusión a “fojas cero”, como tampoco una “hoja en blanco”.
Tal y como lo menciona, al no tratarse de una “hoja en blanco” como en el anterior proceso ¿Qué le parecen los “bordes” definidos en el Acuerdo? ¿Considera que son “amarres” como han señalado algunos candidatos?
Si bien no compartimos la fórmula para este proceso, es decir, la existencia de  definiciones denominadas como “bordes” o “límites”, o el rol de la comisión de expertos, consideramos que es una obligación ciudadana de quienes participen en el Consejo Constitucional, generar debate, entendimiento y acuerdos. No podemos soslayar que existe un consenso en la necesidad de establecer un Estado Social y Democrático de Derecho, que es un eje articulador y transversal del Acuerdo por Chile. 
Por otra parte, se elimina la posibilidad de establecer el carácter plurinacional del Estado, pero este no es el estándar internacional, sino que es la Autodeterminación y Autonomía, como se establece en el Convenio 169 de la OIT, con pleno reconocimiento de los derechos colectivos de los pueblos originarios y particularmente en nuestra Región, del pueblo Mapuche. Si bien, es un proceso más rígido que el anterior, en ningún caso imposibilita cambios a la institucionalidad vigente, sino más bien se respeta la tradición republicana de la misma. Por ejemplo, no es posible eliminar el Senado, pero nadie prohíbe que los senadores sean electos cada 4 años, que se limite la reelección o que tengan otras facultades distintas de la Cámara de diputados y diputadas. Como se puede observar, los “bordes”, a la vez que constituyen límites, también abren muchos otros debates.

Candidato y ¿cómo cree usted que se aborda el conflicto Mapuche y de tierras?
En primer lugar, no se trata del “conflicto Mapuche”. Es el conflicto histórico entre el Estado y el pueblo Mapuche. Tras un proceso de genocidio, marginación y despojo territorial. El Estado debe reconocer esta deuda histórica. Para ello, la Constitución debe partir por reconocer Constitucionalmente a los pueblos originarios y entre otros habilitar las herramientas necesarias para la restitución territorial a través de los instrumentos que correspondan.

¿Sería una solución la expropiación masiva de tierras?
No, en absoluto, y tal como señalan varios dirigentes Mapuche, no es posible restituir las ciudades o parcelas -por ejemplo-, aquello es una caricaturización del debate público, sino que se trata de aquellas tierras pérdidas por fraude o engaños, de las tierras antiguas o ancestrales, y que incluso se encuentran reconocidas por la actual ley indígena, además de los tratados internacionales suscritos por Chile.
En este sentido, el actual director de Conadi, Luis Penchuleo, hace algunos días declaró que en no menos de 70 u 80 años se podría satisfacer toda la demanda de tierras a las comunidades Mapuche. Es decir, si la nueva Constitución no es capaz de resolver este problema político-histórico, jamás estableceremos las confianzas para un diálogo intercultural y una convivencia armónica entre los habitantes de la Araucanía. Mi compromiso es hacer todo lo necesario para vivir en paz, con seguridad y libre de violencias.

Algunos tópicos han generado polémica, ¿se ha hablado de autonomía de los pueblos originarios?
En primer lugar, es necesario aclarar que la autonomía no significa separación del Estado o independencia, sino el derecho de los pueblos de autogobernarse en sus asuntos internos y de su competencia, así está establecido en las Declaraciones de la ONU y OEA sobre esta materia. 

Finalmente ¿Cuáles son las principales propuestas que impulsará en caso de resultar electo?
Sin lugar a dudas, la necesidad de establecer un Estado Social y Democrático de Derecho; que materialice y garantice los derechos sociales y colectivos, como educación, salud, seguridad social, vivienda, medio ambiente, entre otros; en el marco de una democracia inclusiva y paritaria; que entregue más poder a las regiones y a las comunas, con el fin de otorgar las condiciones necesarias a las personas para la provisión de derechos, la dignidad y libertad. Me la jugaré por un Chile más justo, democrático e inclusivo para todos y todas.

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