La historia de Sarita: la mujer que alimenta a 60 "abuelitos" de Padre Las Casas
Además de un plato de comida, la mujer hace posible que estos adultos mayores puedan mantenerse en aislamiento, evitando así contagiarse de coronavirus. Junto a la líder comunal Marcela Esparza, Sarita entrega sus almuerzos y se mantiene al tanto de las necesidades de estos abuelitos.
Desde muy tempranas horas, Nayadet Sara Solís, conocida por sus vecinos como 'Sarita', pone en marcha su iniciativa de llevar un plato de comida a los abuelitos del sector Los Caciques, en Padre Las Casas. Su hija, una joven con la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, entre otras patologías, fue su razón para conseguir las fuerzas necesarias para levantarse y llevar a cabo su plan de atender a los desatendidos.
En medio de las dificultades causadas por la pandemia, Sarita se convirtió en una solución para estos adultos mayores. Aunque sólo les lleva un plato de comida al día, les permite la posibilidad de mantenerse en aislamiento frente a la situación país causada por el coronavirus y sobrevivir, ya que muchos no comen hasta el día siguiente. La jornada de esta mujer comienza cocinando, para tener la comida lista al mediodía y poder llevarla a tiempo a sus vecinos gracias a un carrito de supermercado que le regalaron.
Sarita explica que al principio los habitantes iban a su casa a buscar comida, pero se dio cuenta que habían muchos adultos mayores que se encontraban postrados o en abandono. A partir de aquí decidió llevarles alimento. "Yo vivo en carne propia con alguien con capacidades diferentes y no entiendo el abandono de hoy día hacías los papás (…) no entiendo el abandono hacía el adulto mayor, porque si bien es cierto que somos jóvenes, todos vamos para esa edad", comentó Sara Solís.
Junto a la dirigente social Marcela Esparza, ayer salió a repartir estos 60 platos de comidas en el sector. Esta iniciativa la hacen de lunes a viernes de forma permanente. "Había días que no se come, hoy gracias a ella como todos los días, de lunes a viernes comemos todos los días", comenta Maritza Martínez, una de las vecinas.
"Nos traen sopita, a veces nos traen legumbre igual. La señora viene todo los días a dejarla, ellas mismas las preparan y las entregan (…) Es bueno, porque a veces uno no tiene, yo como no tengo nada todavía, hasta cumplir mi edad tengo que sacar porque por mi invalidez de mi pierna nunca saque nada de sueldo, no tengo ni un sueldo", manifestó la vecina.
Erminda Caridad, otra de las vecinas, quien vive con sus 7 nietos agregó: "Somos varios y cocinar para varios sale caro. Es una buena ayuda, gracias a Dios no me ha falta nada, para que voy a ser mal agradecida. La ollita me la regaló la señora Sarita y de lunes a viernes recibo comida".
"Yo encuentro que tienen una tremenda labor social. Ella siempre ha querido ayudar a los demás y no tan solo a los abuelitos, porque ella cada causa que ve, vulnerable, ella siempre está tocando puertas y creo que nadie se puede negar a querer ayudar y a aportar a nuestros abuelitos que lo necesitan y también a cualquier persona que en nuestra comuna hoy día sobre todo en esta pandemia lo esté pasando tan mal", dijo la dirigenta Marcela Esparza.
"Para mí es admirable que estas mujeres todos los días en la mañana, desde marzo, están dando su tiempo, su dedicación, para entregarle un almuerzo digno a nuestros vecinos", agregó Esparza.
Luego de repartir las comidas, Sarita regresa a su hogar y comienza toda una planificación y gestión para el plato del día siguiente. A través de las redes sociales, como Facebook, publica los ingredientes que necesita y gracias a la solidaridad de varios usuarios ha podido superar las dificultades que implica contar con los alimentos necesarios para los almuerzos.
Actualmente, Sara se desempeña como comerciante ambulante durante la época de verano, con lo que ahorra y se sustenta en las épocas más frías y duras del año, ya que debido a la pandemia trabajar se ha convertido en algo complicado, considerando la cuarentena actual y las restricciones para el tránsito.
Una familia
Para Sara repartir la comida le ha permitido conocer en terreno las necesidades de cada uno de los adultos mayores del sector. Para ella, estos abuelitos son parte de su familia y los cuida como tal, incluso estando enferma recorre las calles para no faltarle a sus vecinos. Asegura que si no les lleva comida, muchos de estos no comerían. En los últimos meses le ha tocado lamentar la pérdida de dos de sus vecinos.
"Se me han ido ya dos abuelitos en la olla común y uno a la larga los toma como parte de su familia. Me han afectado estas dos pérdidas de forma personal, por eso trato de cuidarlos y estar con ellos, cuando están descompensados, cuando tienen que ir al médico, en las ambulancias y un montón de cosas. Les celebré el día del niño, en invierno les hice la campaña de la leña y les compré leña, les entregue las ollas", expresó.
Al respecto, la dirigenta Marcela Esparza comentó que en la comuna actualmente hay muchas necesidades. "Tenemos una comuna muy vulnerable y que ha crecido mucho en cifra de adultos mayores. Creo que somos una población de mucha adultez y que hoy necesitamos cooperar con ellos. Así que hago un llamado a quienes quieran ayudar a estas mujeres que con todo el corazón están preparando un almuerzo digno para estos adultos mayores", dijo Esparza.
Compromiso
Según relata Solís, cuando comenzó con la iniciativa de repartir platos de comidas, decidió contactar a los distintos candidatos a la alcaldía de Padre Las Casas, incluyendo a Evelyn Mora, Raúl Henríquez y a Marcela Esparza. Sin embargo, solo esta última aceptó el compromiso de ir hasta las calles y acompañarla en la labor de repartir los platos de comida.
"La señora Evelyn se ha comprometido en venir, pero siempre deja en visto los Whatsapp y no ha venido. Don Raúl se acercó hace un par de meses (…) En cambio, la señora Marcelita ha estado conmigo aquí mojando la camiseta, cuando tengo casos sociales yo la llamo, un Whatsapp, me responde al tiro, le mando los papeles médicos de mis abuelitos cuando están descompensados. Ella me consigue las horas, todo", señaló Sara Solís.
Finalmente, consideró: "El sillón de la alcaldía no es un juego para mí. Yo se que va a salir ganadora la señora Marcelita, porque ella es de nosotros, ella es dirigente y lleva años en terreno. Sabe lo que es luchar el día a día y ayudar a la gente. Yo les decía a ellos eso que mojen la camiseta conmigo, los espero, aquí está el carro, pero no en auto, caminando conmigo y que vean lo que yo hago a diario".
"Es difícil hacerse el sordo. Yo creo que cuando alguien toca puertas para ayudar a los demás, nadie tiene que hacerse el sordo. Hay que estar allí para apoyar y no hay que negarse nunca", agregó por su parte Esparza.
Quienes deseen aportar a la causa de doña 'Sarita' pueden buscarla en su Facebook como Sarita Solís o a través del número telefónico: +56986311542.
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