Campamentos se fueron quedando solo con sus construcciones

Fue a contar de octubre de 2019, luego del llamado "estallido social", que múltiples espacios, tanto públicos como privados, comenzaron a ser tomados. Comenzó en las Vegas de Chivilcán, en el sector Pedro de Valdivia en Temuco, pero luego continuó a la Avenida Los Poetas, Caupolicán y en casi cualquier sitio vacío que existiera, allí se empezaron a levantar mediaguas o viviendas más grandes en las cuales comenzó a vivir la gente que se tomaba estos espacios. Al menos así fue hasta el verano o hasta que llegó el coronavirus.

La cuarentena y el confinamiento trajo consigo que muchos de estos espacios de Temuco se encuentren más desolados que antes. Esto ocurrió en varios de estos campamentos de la comuna. Luego de realizar un recorrido por algunas de estas tomas, se observó como estas se encontraban completamente abandonadas, salvo por construcciones ya iniciadas que quedaron sin completar.

Una de ellas es la toma "Los 33 de la Esquina". De acuerdo con la dirigente Valeria González, el retiro de los habitantes del campamento comenzó desde hace dos meses con el aumento de casos Covid positivo. "Originalmente eran 33 familias, algunas se fueron saliendo y quedaron 28, pero ahora el resto volvió a sus familias de orígenes (sic) y a 4 se les gestionó un arriendo por medio de la Municipalidad", dijo a Araucanía Diario.

González agregó que a todos se les dio la opción de conseguir un arriendo vía municipalidad. Sin embargo, por cuestiones de trámites algunos no pudieron contar con este beneficio. Por esta razón, se fueron a pasar el aislamiento con sus familias de origen ubicados, dentro del sector.

A pesar de que este campamento se encuentra como un sitio fantasma, aun continúa con el mensaje "No Hay más cupos" en lo que sería su entrada.

Avenida Los Poetas

Mientras que un poco más allá de la avenida Los Poetas, junto a una constructora que da al fondo de la calle Las Quilas, se encuentra otro campamento abandonado. En este no hay ni carteles, ni avisos, ni nadie que señale el paradero de sus habitantes. Aunque las construcciones están más completas que en otras tomas, estas viviendas quedaron solas.

De acuerdo con uno de los trabajadores de la empresa colindante, desde febrero solo acuden algunos integrantes al lugar, pero no permanecen mucho tiempo en el sitio, "sólo un par de horas y se van antes de las 10".

El campamento "El Rincón de Los Poetas" tampoco escapa de esta realidad. Las 28 familias volvieron a sus lugares de origen desde la llegada del virus a la ciudad. Hoy sólo quedan restos de construcciones cubiertos de agua, por las lluvias de los días.

"Había 4 personas viviendo aquí, pero por el frío y la lluvia, volvieron a sus lugares de origen. Por la pandemia el resto se fue temporalmente a sus familias, para evitar los contagios", comentó el dirigente Pedro Huaraleo -quien tampoco vive en la toma-, quien recalcó que al lugar nunca acudió ninguna autoridad para ofrecer ayuda cuando los vecinos continuaban en él.

A diferencia de lo sucedido a comienzos de año, si las autoridades intentaran un desalojo hoy, el escenario sería totalmente distinto; sin ocupantes que desalojar, ni enfrentamientos, incluso entre autoridades, como sucedió al en febrero de este año; sin embargo, nadie está por este tipo de medidas hoy. Por el contrario, el mensaje de la autoridad sigue siendo que los ocupantes de estos campamentos se formalicen, utilicen las herramientas que brinda el Estado y postulen a una vivienda, mientras se les hace llegar la misma ayuda que a todos.

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