
Ricardo Barría Dillems, ingeniero comercial, magister en comunicación. Editor de AraucaniaDiario, miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Carmen Gloria Aravena, senadora Independiente.
Opinión18/12/2020El proyecto presentado por senadores de la oposición para indultar a los detenidos del estallido social, no sólo es cuestionable, puesto que en Chile no hay presos políticos, sino que además es una pésima señal en un país donde impera el estado de derecho.
Éste implica que todos los chilenos, sin distinción, estamos sujetos a leyes que fijan límites a nuestras acciones, por lo que debemos respetar la normativa y someternos a las sanciones penales que se establezcan por conductas que atentan contra nuestras leyes.
Estar a favor de la extinción de responsabilidad penal, sería estar dispuestos a olvidar, sin siquiera esperar el resultado de las investigaciones que correspondan, indicando que como sociedad estamos dispuestos a aceptar este tipo de conductas, las que muestran una irreverencia ante la autoridad y frente a nuestros propios compatriotas, sin importar el daño provocado.
Si estuviésemos dispuestos a indultar a más de 5 mil detenidos, ¿Quién responde por las 25 estaciones del Metro vandalizadas?, ¿Qué le decimos a las 14 mil pymes que sufrieron saqueos? o ¿Quién se hace cargo de los más de US$1.400 millones de pérdidas en infraestructura? La mal llamada “revuelta social” no puede terminar sin sanciones penales.
Según cifras oficiales, la Fiscalía ha formalizado a un total de 5.084 personas por diversos delitos cometidos durante las manifestaciones del 18 O, de las cuales 648 personas se encuentran en prisión preventiva a la espera del juicio correspondiente y un total de 725 detenidos cumplen una condena.
El llamado que debemos hacer como autoridades de una república democrática, según el artículo 4 de nuestra Constitución, es respetar la labor de nuestros fiscales y tribunales, que deben determinar cuál es la responsabilidad de esas personas, así como también los tiempos e independencia del Poder Judicial, dada la complejidad de los hechos acontecidos.
En Chile no hay presos políticos, porque no hay ninguna idea que pueda defenderse tras una bomba molotov, saqueos o ataques a locales comerciales, cuarteles policiales e Iglesias que han sido impunemente vandalizadas e incendiadas en nuestro país. En un país civilizado no es necesario destruir para expresar ideas o movilizarse.
Este proyecto busca justificar la violencia inusitada que tuvimos que enfrentar en Chile, puesto que, si un indulto de esta magnitud se concretara, le estaríamos diciendo a los chilenos que no sólo pueden salir a manifestar su opinión, sino que también podrán provocar daños, sin tener que responder por aquello.
Ricardo Barría Dillems, ingeniero comercial, magister en comunicación. Editor de AraucaniaDiario, miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Ricardo Barría Dillems, ingeniero comercial, magister en comunicación. Editor de AraucaniaDiario, miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
La máxima autoridad regional llamó a dejar de lado las quemas agrícolas, reemplazándolas por costosos equipos incorporadores de rastrojo, sin ofrecer apoyo a los pequeños y medianos agricultores.
Francisco Huenchumilla Jaramillo, Senador de la República.
Marcela Castro Armijo, seremi de Educación, región de La Araucanía.
Ximena Sepúlveda, Ingeniera Civil Industrial, Magister en Desarrollo Humano Local y Regional. Ex seremi de Vivienda y Urbanismo.
La situación ya habría ocurrido en 2022 sin que las autoridades sancionaran al docente. Alumnos de la Facultad de Ingeniería y Ciencias llamaron a un paro hoy.
El docente de la carrera de Ingeniería Civil Matemática le aplicó una llave de judo en el cuello. En 2022 hizo lo mismo, exigiéndole una disculpa a otro estudiante para liberarlo, a pesar de sus quejas de dolor.
La secretaria del Partido Republicano "tuvo acceso" a uno de los últimos documentos y lo tachó de "octubrista", desautorizando así a la senadora de su partido Carmen Gloria Aravena.
En la ocasión, Cristian Mallol Comandari, recibió tan sólo una amonestación y pudo continuar haciendo clases. Dos estudiantes habrían quedado con estrés post traumático.
17 comuneros mapuche se enfrentaron a los gendarmes del recinto, luego de que se les cancelaran las visitas, agrediéndolos e impidiendo que salieran de un patio.